Decenas de migrantes hondureños varados en la frontera entre Guatemala y México empezaron este sábado a cruzar el río Suchiate para pasar a territorio mexicano.

Las personas se suben en balsas de goma para cruzar ilegalmente a México, después de que las autoridades decidieran impedirles el paso para entrar a ese país.

Miles de personas, entre ellas hombres, mujeres y niños, amanecieron este sábado sobre el puente que divide la frontera entre ambos países, donde durmieron a la intemperie.

Pero después de que varias personas atravesaran, la policía mexicana prohibió a los balseros transportar hondureños y los agentes se quedaron en la orilla del lado mexicano para ver que no estén pasando.

Regreso

En tanto otro pequeño grupo resolvió regresar a su país. La Policía Nacional Civil (PNC) comenzó la madrugada de este sábado con el traslado de 62 ciudadanos hondureños que se encontraban en la frontera de Tecún Umán, de Guatemala con México, hacia Honduras.

Las fuerzas de seguridad informaron a los medios nacionales que los hondureños solicitaron retornar a su país.

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Foto//AFP[/caption]

De los migrantes trasladados, 18 van a bordo "de un microbús tipo Coaster perteneciente a la Subdirección General de Análisis de Información Antinarcótica", mientras que 44 se van dentro de un autobús asignado a la Academia de la Policía Nacional Civil, sostuvo en la madrugada el ente público.

En horas de la mañana, la Policía indicó que habían arribado a Mazatenango, cabecera del departamento suroccidental de Suchitepéquez, donde las personas "tomaron un breve descanso en la Comisaría 33 e hicieron uso de los servicios sanitarios para posteriormente continuar con el retorno al país".

Noche a la interperie

Tras seis jornadas de viaje a pie y haciendo dedo, la caravana de migrantes, integrada por unas 3.000 personas según Naciones Unidas, hondureños arribó este viernes a México, tras librar la barrera que había sido intermediada por el gobierno guatemalteco.

Poco después del amanecer, cientos de migrantes que iban al frente de la caravana lograron cruzar los puestos fronterizos de Guatemala sobre el puente, pero fueron rechazados por decenas de policías mexicanos que usaron escudos para detenerlos. Varios se quejaron de que habían sido repelidos con gas lacrimógeno.

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Foto//Reuters[/caption]

Agotados por los días de caminata y frustrados, muchos pasaron la noche a la intemperie. Algunos durmieron sobre toallas y bolsas de basura, otros se acostaron sobre mochilas. Un hombre se aplicaba loción a sus pies cansados.

El gobierno de Enrique Peña Nieto, que dice que procesará las solicitudes de asilo de los migrantes individualmente, se comprometió a hacerle frente a la caravana durante una reunión el viernes con el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, en Ciudad de México.

Pompeo instó a México a garantizar que la procesión no llegara a Estados Unidos. Mientras que el presidente Donald Trump advirtió que la caravana debe detenerse antes de que llegue a Estados Unidos e instó a su vecino a continuar con los esfuerzos que ha hecho.