La policía de Hong Kong levantó el viernes su sitio al campus de una universidad, que estuvo rodeado durante 12 días para tratar de arrestar a los manifestantes antigubernamentales refugiados en el interior.
Las autoridades retiraron cerca de 4.000 bombas incendiarias que dejaron atrás los manifestantes, que dos semanas atrás libraron batallas campales con policías antimotines en las calles próximas al centro.
El sitio a la Universidad Politécnica de Hong Kong fue uno de los episodios más dramáticos en los casi seis meses de movilizaciones que comenzaron en junio con protestas contra una reforma de la ley de extradición, vista como una erosión de las libertades prometidas a la excolonia británica cuando regresó a manos de China en 1997.
Desde entonces, los manifestantes ampliaron sus demandas para incluir la celebración de elecciones plenamente democráticas y una pesquisa sobre el uso que hizo la policía de gases lacrimógenos, balas de goma y otras tácticas para reprimir las marchas. En este tiempo, la policía detuvo a 5.890 personas con edades comprendidas entre los 11 y los 83 años.
Alrededor de un centenar de agentes entraron al campus el jueves para recopilar pruebas y retirar elementos peligrosos. En dos días, las autoridades incautaron 3.989 bombas incendiarias, 1.339 artículos explosivos, 601 botellas de líquido corrosivo y 573 armas, explicó la policía el comunicado.
No se encontró a ningún manifestante dentro. Uno de ellos, enmascarado, dijo a reporteros en la víspera de la entrada de la policía que unas 20 personas seguían escondidas para tratar de evitar la detención.
Eran los últimos de las aproximadamente 1.100 personas que se retiraron al interior del campus tras enfrentarse a las autoridades. Unos pocos lograron burlar el cordón de la policía, que dijo que detuvo a 810 y tomó los datos de 300 menores que podrían enfrentar cargos más tarde.
Otras 567 personas fueron arrestadas en las inmediaciones de la universidad.
La reparación de los daños causados en el campus se demorará entre cinco y seis meses, explicó un funcionario universitario.
En Tailandia, la jefa ejecutiva de Hong Kong, Carrie Lam, señaló que el centro financiero está atravesando un periodo difícil pero sus fundamentos, incluyendo sus fortalezas bajo marco "un país, dos sistemas" de Beijing, siguen siendo firmes.
"Yo y mi gobierno estamos escuchando a nuestro pueblo con miras a resolver algunos problemas profundamente arraigados en Hong Kong a través del diálogo", apuntó. "Confío en que Hong Kong puede recuperarse, como siempre hace".
Cientos de personas corearon lemas prodemocracia el viernes en varias manifestaciones celebradas a la hora del almuerzo por toda la ciudad. Algunos mostraron carteles con la imagen del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mientras que otros le decían a Lam que "Es hora de renunciar".
Los manifestantes cortaron el tránsito en al menos dos lugares, pero se dispersaron tras las advertencias de la policía.