Las fuerzas de seguridad brasileñas lograron recuperar el control del Congreso y del Palacio de Planalto -sede presidencial-, con lo que ya han expulsado a los simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro de las sedes de los tres poderes del Estado.
Los agentes de la Policía Militar lograron recuperar el control del Congreso a primera hora de la noche empleando medios antidisturbios y granadas aturdidoras, informa ‘O Globo’.
También se informó que han desplazado a los asaltantes del Palacio de Planalto, el palacio presidencial, aunque los manifestantes continúan concentrados en la conocida como Explanada de los Ministerios comunica todos estos edificios, ahora contenidos por un cordón de seguridad de los agentes.
Previamente las fuerzas de seguridad habían desalojado a los manifestantes de la sede del Tribunal Supremo Federal, donde han provocado importantes daños materiales.
Las autoridades brasileñas, además, informaron que han sido detenidas 150 personas tras el asalto a las sedes de los tres poderes del Estado por parte de simpatizantes de Jair Bolsonaro que demandaban un golpe de Estado.
Los sospechosos quedan ahora pendientes de una audiencia de custodia que decida sobre su detención definitiva, según informa la cadena de televisión brasileña O Globo.
Los detenidos se encuentran en dependencias de la Policía Civil del Distrito Federal, concretamente en el Departamento de Policía Especializada, donde se espera la llegada de más sospechosos.
La mayoría están siendo arrestadas por el Artículo 359-M del Código Penal, que prevé entre cuatro y 12 años de prisión por “tentativa de destitución de un gobierno legítimamente electo”.