La Policía de Nueva York anunció este viernes la detención anoche de un hombre que había hablado abiertamente de atentar en la céntrica plaza de Times Square con una granada de mano, aunque no lo consideraron como una amenaza inmediata, sino "con aspiraciones".

De acuerdo con el Departamento de Justicia, el joven de 22 años identificado como Ashiqul Alam -de origen bangladeshí- testificará esta misma tarde ante una Corte Federal del condado de Brooklyn, donde será formalmente acusado por comprar a sabiendas dos armas de fuego con los números de serie borrados para evitar sus rastreos.

Una vez las autoridades supieron que el hombre había amenazado con reventar Times Square, dispusieron a un agente encubierto para seguirlo y hablar con él acerca de la compra de armas.

El acusado fue detenido en el momento de la compra de las armas, por las que entregó 400 dólares, aunque llevaba desde agosto del año pasado siendo investigado por agentes encubiertos, a quienes les mencionó los ataques del 11-S y mostró su admiración por el Estado Islámico o por el "completo éxito" de la tarea del antiguo líder de Al-Qaeda, Osama Bin Laden.

Bin Laden "hizo su trabajo", aseguró en una de estas reuniones con el encubierto, según el documento judicial, aunque ahora "es nuestro turno".

Según las autoridades policiales, Alam discutió acerca de la compra de armas, chalecos suicidas, granadas de mano y vigiló posibles objetivos terroristas en zonas de Nueva York muy concurridas.

Otro de los posibles objetivos del acusado era Washington DC, donde planeaba atentar contra un alto funcionario del Gobierno.

La operación se llevó a cabo por miembros del FBI y de la Policía de Nueva York.

Times Square es uno de los lugares más concurridos de la ciudad y una de las mayores atracciones turísticas del mundo, por lo que siempre ha sido considerado un objetivo para los ataques terroristas.

Sin embargo, el atentado reciente más grave en Nueva York fue el acontecido la noche de Halloween de 2017, cuando una furgoneta conducida por un simpatizante del Estado Islámico radicalizado dentro de EE.UU. atropelló en la zona sur de Manhattan a varias decenas de personas, matando a ocho e hiriendo a doce.