El jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, canceló el martes su último viaje al exterior programado para esta semana, cuando el Presidente Donald Trump enfrenta la amenaza de un segundo juicio político a ocho días del final de su mandato.

El Departamento de Estado informó que Pompeo, uno de los miembros del gabinete más leales al mandatario republicano, decidió quedarse en Washington para facilitar una “transición suave y ordenada” con el equipo del presidente electo, el demócrata Joe Biden.

“Cancelaremos todos los desplazamientos previstos para esta semana, incluido el viaje del secretario a Europa”, dijo en un comunicado.

Pompeo tenía previsto viajar a Bruselas el miércoles y jueves para reunirse con su homóloga belga, Sophie Wilmes, y con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, a fin de “subrayar la importancia duradera de la asociación transatlántica”, a menudo sacudida por Trump en los últimos cuatro años.

El viaje había sido anunciado el lunes.

Pero la salida del país coincidiría con la probable votación el miércoles, en la Cámara de Representantes controlada por los demócratas, de una segunda acusación contra Trump por “incitar a la violencia” que afectó al Capitolio la semana pasada.

La cancelación del viaje se produce cuando, por otra parte, los demócratas presionan al vicepresidente Mike Pence para que aparte del poder a Trump invocando la 25ª Enmienda de la Constitución, por considerar que no está apto para gobernar tras alentar la asonada a la sede del Congreso por parte de sus partidarios para tratar de anular la victoria electoral de Biden.

Pompeo, quien después de las elecciones del 3 de noviembre sugirió que Trump se quedaría para un segundo mandato, condenó la violencia pero nunca se desmarcó del Presidente como ha hecho un número creciente de republicanos.