Un juez federal argentino determinó que cuatro tripulantes iraníes y otros tres venezolanos del avión que está varado hace cerca de dos meses en el aeropuerto de Ezeiza, en Buenos Aires, deben permanecer en el país, a la espera de que concluya una investigación que busca determinar si los tripulantes usaron el vuelo como pantalla para encubrir actividades terroristas.

Entre los tripulantes iraníes que no podrán salir del país, por el momento, está el piloto del avión, identificado como Gholamreza Ghasemi.

Por otra parte, el juez Federico Villena permitirá que puedan abandonar Argentina otros 12 tripulantes -un iraní y 11 venezolanos- del avión de la compañía venezolana Emtrasur que llegó a Buenos Aires desde México cargado de partes de automóviles.

De acuerdo al periódico Clarín, según un informe del FBI, que fue transmitido a Paraguay y otros países de la región, Ghasemi está relacionado con Al Quds, el brazo internacional de la Guardia Revolucionaria Iraní, un cuerpo acusado de organizar atentados terroristas en distintos países, y que habría tenido parte en el atentado a la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en Buenos Aires en 1994.

En la resolución, el juez ordena que sigan retenidos los pasaportes de los iraníes Gholamreza Ghasemi, Abdolbaset Mohammadi, Mohammad Khosraviaragh y Saeid Vali Zadeh y de los venezolanos Víctor Pérez Gómez, Mario Arraga Urdaneta y José García Contreras.

El avión es un Boeing 747 Dreamliner de carga, que perteneció a la empresa iraní Mahan Air y hoy está en manos de Emtrasur, una filial del Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa). Ambas empresas fueron sancionadas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, por su presunta colaboración logística con organizaciones terroristas.

La nave ingresó a Argentina el 6 de junio procedente de México, luego de hacer una escala en Venezuela, trasladando un cargamento de repuestos para una empresa automotriz. Dos días después despegó para cargar combustible en Uruguay, pero debió volver a Ezeiza porque Montevideo no autorizó su aterrizaje.