El Ayuntamiento de Barcelona decidió eliminar el recorrido de la línea de autobús 116 de las rutas recomendadas de Google Maps para llegar al Parque Güell -diseñado por el arquitecto catalán Antoni Gaudí-, el segundo lugar turístico más visitado de la ciudad. La medida llega tras años de quejas por parte de los vecinos, que han visto como la línea se colapsaba de turistas por su buena y rápida conexión.
Los reclamos de los vecinos vienen desde hace años y el Ayuntamiento ya había respondido aumentando la frecuencia de los buses, hasta el punto de que era el bus de barrio con más vehículos en circulación de la ciudad. Pero no fue suficiente, ya que igualmente se llenaba rápido con los turistas.
La 116 es una de las líneas de bus de barrio de la empresa pública TMB, que tiene minibuses con apenas 14 asientos y una capacidad total para 22 pasajeros que comunican barrios muchas veces de calles empinadas, según detalla el diario español El País. La línea 116, conocida como bus de barrio, es algo más grande que una furgoneta.
El itinerario recomendado de esta línea fue borrado de la aplicación de Google, de Apple Maps y de Citymapper. Al aparecer en estas plataformas como uno de los medios de transporte para acceder al Park Güell, los grupos de turistas lo llenaban desde el inicio y el vehículo perdía su función principal, que es trasladar a los vecinos por zonas con pocas conexiones de transporte y de difícil acceso, detalla elDiario.es.
Albert Batlle, teniente de alcalde de Seguridad y Convivencia del Ayuntamiento, afirmó al diario inglés The Guardian que además de mejorar la movilidad en el Parque Güell, “necesitábamos eliminar las referencias al 116 en Internet”. Batlle no admitió ni negó que el ayuntamiento hubiera pedido que se eliminara la ruta, mientras que un portavoz de Google se limitó a decir al periódico que no eliminarían una ruta de autobús a menos que el ayuntamiento se lo pidiera.
“Hace un par de meses aprobamos un plan para mejorar la movilidad en el barrio de La Salut en torno al acceso principal al Parque Güell, que entre otras cosas incluía una medida para ver si se podía eliminar este autobús de las aplicaciones de movilidad”, afirmó un portavoz del ayuntamiento de Barcelona al diario inglés The Telegraph, cuestionado sobre la decisión de eliminar la ruta de Google.
Entre los residentes que volvieron a disfrutar del servicio en relativa paz esta semana se encontraba Luz López, de 75 años, que contó a elDiario.es que “antes el autobús estaba tan lleno que ni siquiera la gente con bastones podía subir”. “Tengo unos amigos que ya no esperaban el bus porque iba a siempre tope y se iban andando”, señala. Llegar al Parque Güell requiere de un gran esfuerzo físico porque hay que subir escaleras y andar por empinadas calles. Por eso el autobús se había convertido en una alternativa para los turistas, explica el canal de televisión Antena 3.
“Aquí había que subir a empujones. A los turistas les venía de fábula: bajan del metro y tienen el bus; salen del parque y tienen el bus. Un día había una turista tumbada en los asientos reservados. Se hacía la despistada, cuando la señal de un abuelo con bastón es la misma en todo el mundo”, criticó María Teresa Tomás en entrevista con elDiario.es, de 77 años, que se dirigía hacia La Salut desde el médico hacia su casa con una muleta.
Ahora, el bus 116 sube por las cuestas del barrio de La Salut con tan solo una decena de personas a bordo. Al llegar al Parque Güell se abre camino por unas calles repletas de turistas, pero al llegar a la parada del parque ninguno de ellos se sube y el autobús continúa su ruta con solo tres pasajeros. “Ha sido desaparecer de Google y cambiar radicalmente”, constató el conductor del vehículo, familiarizado con el “cabreo” recurrente de los vecinos.
“Al principio nos reímos, nos pareció un esperpento, como poner puertas al campo”, describió la activista Cesca Sánchez, de la Asociación de Vecinos Park Güell, La Salut y Sanllehy al periódico elDiario.es. “Pero estamos alucinando porque la medida está siendo efectiva”, añadió. Desde que hace unos días la línea 116 desapareciera del buscador del mapa de Google, los turistas ya no saturan el autobús y este medio de transporte público vuelve a ser de los vecinos, asegura.
Barcelona ha luchado contra lo que muchos ven como una sobresaturación turística en los últimos años, de acuerdo con el periódico The Telegraph. En 2017, la ciudad impuso una moratoria sobre todos los nuevos hoteles y departamentos de arriendo turístico, aunque el consejo actual ha dicho que quiere flexibilizar estas regulaciones.
En el acceso del Parque Güell, los empleados confirmaron al diario El País que la parada siempre estaba llena. “Se ha notado mogollón” (un montón), celebró Sergio, que vive en una de las casas que hay delante del parque. Él se había subido desde el Distrito de Gracia y cargaba bolsas con comida y dos barras de pan. “Este barrio tiene dos caras: la masificación hasta que cierra el parque y se marchan los turistas; y la tarde y noche, cuando estamos tranquilos”, resumió al periódico, “por si no queda claro”.
Aunque los vecinos están algo más aliviados por haber recuperado la línea de bus 166, igualmente temen que ahora se saturen las líneas 24 y V19, que dibujan itinerarios parecidos y acaban el recorrido en el acceso de la carretera del Carmel. Pero los conductores de esas rutas consultados por elDiario.es aseguran que la mayor afluencia registrada estos días es soportable, puesto que son buses de la red convencional, con más capacidad de carga.
Algunos visitantes aseguran que todos tienen derecho a subirse al autobús y que no les parece bien “ocultar la información”. Otros, aplauden la medida. Carlo, un chico italiano que viaja con sus amigos, aseguró a Antena 3 que “no le importa caminar” y que prefiere que “sean los vecinos los que lo utilicen”. Una forma alternativa de llegar para los turistas es en metro hasta la plaza Lesseps o con los buses D40 y H6, que dejan en la Travessera de Dalt, donde tienen que hacer un recorrido de 10 minutos caminando, según consignó La Vanguardia.
Esta no es la única problemática que el Ayuntamiento ha tenido sobre la mesa en relación con el turismo descontrolado en el Parque Güell. Los vecinos exigen desde enero la retirada de una parada de taxis cercana al parque. Por otro lado, tanto ellos como los trabajadores del bus piden “informadores” en las líneas cargadas de turistas en Barcelona, según indicó El Periódico. “La siguiente propuesta que haremos será quitar de Google Maps el Park Güell entero”, bromeó la activista Cesco Sánchez.