A cuatro días de la publicación de la entrevista que Meghan Markle y Harry Windsor dieron a Oprah, las declaraciones de la pareja siguen haciendo eco en la familia real británica y en los medios internacionales.
Confesando que el asedio de la prensa y la presión de los protocolos reales, así como la privación de independencia y la negativa a ofrecer apoyo para su salud mental, llevaron a la actriz a tener pensamientos suicidas, agregaron que su primogénito, Archie, no recibió el mismo trato que los otros bisnietos de la Reina Elizabeth II.
“En esos meses en los que estaba embarazada, casi al mismo tiempo teníamos una conversación paralela de ‘no te darán seguridad, no te darán un título’ y también preocupaciones y conversaciones sobre cuán oscura podría ser su piel cuando nazca”, dijo Markle a Oprah.
Una acusación de racismo que, si bien no fue adjudicada a uno o más miembros específicos de la familia real, llevó a palacio a responder: “Las cuestiones planteadas, en particular la raza, son preocupantes. Si bien algunos recuerdos pueden variar, se toman muy en serio y la familia se ocupará de ellos en privado“.
El hijo de Harry y Meghan, Archie Mountbatten-Windsor, es el séptimo en la línea de sucesión al trono británico. Quienes lo anteceden son el príncipe Carlos, el príncipe William, el príncipe George, la princesa Charlotte, el príncipe Louis, y Harry, quien ya no ostenta el título de príncipe tras renunciar a sus labores reales.
La reina Elizabeth II tiene nueve bisnietos incluyendo a Archie. De ellos, solo los tres hijos de William, el segundo en la línea de sucesión al trono, reciben el título de príncipes y princesas.
La razón está en un decreto emitido por el rey Jorge V en 1917 que limita los títulos de príncipe y princesa a los hijos del monarca, los hijos de este y “el hijo mayor vivo del hijo mayor del Príncipe de Gales”, que en este caso, es el príncipe George.
“La reina Victoria tuvo nueve hijos, todos príncipes y princesas, y luego tuvieron hijos y ellos a su vez sus hijos, por lo que el rey Jorge V consideró que era necesario hacer algo para arreglar la situación”, explicó Bob Morris de la Unidad de Constitución del University College de Londres a AP.
Para ello, Jorge V redactó una regla para “para recortar el número cada vez más difícil de manejar de títulos principescos”, dijo Morris.
Un regla que puede ser modificada por la reina, quien ya en 2012 decretó que todos los hijos del príncipe William y su esposa, Kate, no solo la mayor, serían príncipes y princesas.
Según el decreto de Jorge V, Archie no es un príncipe, pero se convertirá en uno como nieto de un monarca una vez que el actual heredero al trono, el príncipe Carlos, asuma como rey.
Por otro lado, Archie era elegible para recibir un “título de cortesía” al nacer, como Lord Archie Mountbatten-Windsor. En ese momento, se informó que Harry y Meghan habían optado por no darle un título. Sin embargo, Meghan le dijo a Oprah que “no era nuestra decisión”.