Casi todos los solicitantes de asilo que han llegado a Finlandia estos últimos días llegan de manera muy particular: empujando bicicletas, y la mayoría, de niños pequeños. Con -22 grados Celsius, y entre la nieve que ya cae en el polo, la frontera oriental de Finlandia ha visto un aumento importante en su flujo.
“Las bicicletas son como objetos cualquiera, que se abandonan amontonados en la frontera o en el lado finlandés”, afirmó Jouko Kinnunen, comandante del puesto fronterizo de Vartius, al medio finlandés Yle News. A tal punto llegó la entrada de gente en bicicleta, que Finlandia terminó prohibiéndola hace unos días, tanto a pie como en el vehículo. A pesar de eso, 20 personas con bicicletas llegaron a Vartius el martes.
“Estamos investigando la situación”, aseguraron desde la Guardia Fronteriza de Finlandia, en un corto comunicado publicado el lunes en la noche, luego de que se supiera que 35 migrantes habían llegado en bicicletas, en medio del frío extremo. Las personas eran de Siria, Afganistán e Irán. Actualmente, hacen -22 grados Celsius en el remoto paso fronterizo de la ciudad de Salla, en Laponia Oriental.
Aunque aún no está claro quién transporta a los solicitantes de asilo a la frontera desde el lado ruso, los guardias fronterizos tienen el control de quién puede entrar o no a la zona. El primer ministro finlandés,Petteri Orpo, señaló a los periodistas el lunes que hay “indicaciones de que se trata de un esfuerzo ruso organizado”.
De acuerdo al guardia fronterizo de Vartius, Rusia sigue los términos de un antiguo acuerdo con Finlandia, que indicaba que la frontera solo podía ser cruzada en vehículos, incluyendo en eso a las bicicletas. Los oficiales fronterizos de la región han estado en contacto con sus contrapartes rusas, para dejar claro que toda entrada al país ahora se hará en vehículos motorizados y no bicicletas. De todos modos, las negociaciones en el tema continúan. En tanto, las bicicletas son dejadas atrás rápidamente por los solicitantes de asilo, mientras otros las venden.
Esta no es la primera vez que llegan migrantes en bicicleta y en masa a Finlandia. Durante el otoño y el invierno de 2015, cientos de solicitantes de asilo cruzaron la frontera oriental de Finlandia en bicicleta. Luego se prohibió cruzar la frontera en bicicleta y los solicitantes de asilo pasaron a utilizar automóviles destartalados, comprados en Rusia y abandonados en la frontera.
Un post visto en Telegram por EUobserver demostraría que Moscú está detrás de esto. “El ejército ruso te recibe. Te deja comprar una bicicleta por 250 dólares, y luego te dice donde ir”, indica el post, escrito en árabe, el 18 de noviembre, en una cuenta de Telegram con cerca de 7500 suscriptores, la mayoría sirios.
A causa del grave frío que hace en la zona, en el paso fronterizo de Salla se instalaron dos tiendas especiales con calefacción, cedidas por los servicios de emergencia de Laponia y destinadas a hacer frente a casos de hipotermia.
Finlandia cerró el viernes cuatro de sus puntos de control hacia Rusia, ya que el número de inmigrantes sin visa Schengen válida había aumentado en las últimas semanas. Alrededor de 500 solicitantes de asilo han llegado a la frontera oriental en lo que va de noviembre.
Desde Noruega, la frontera más al norte del Espacio Schengen, ven todo esto con preocupación. “Estamos monitoreando desde muy cerca lo que pasa en Finlandia, y las medidas que tomaremos ahí”, dijo el jefe del Estado Mayor de la policía de Finnmark, Tarjei Sirma-Tellefsen, al Barents Observer el lunes por la tarde después de que el puesto de control de Storskog cerrara por ese día. “No podemos, de todos modos, adelantar, qué medidas de emergencia tomaremos en la frontera”, declaró.