¿Por qué han subido los precios del tren bala en China?
A medida que las pérdidas en los servicios públicos aumentan, el gigante asiático apuesta por subir los tickets en cuatro líneas grandes.
En una rara decisión dentro de China, el país decidió aumentar de manera considerable la tarifa en cuatro importantes líneas de tren bala. Esto, en una medida pensada para abordar los costos en alza y las deudas que aún carga el sistema, desde que empezara su construcción hace dos décadas.
Este aumento es parte de un esfuerzo generalizado en China para aumentar el precio de los servicios públicos, y ya al comenzar el año, las facturas de agua y gas comenzaron a subir para ciertas ciudades. Esto, en un contexto donde los servicios públicos están fuertemente subsidiados por lo gobiernos locales, lo que deriva en deudas municipales enormes.
El aumento de los precios puede frenar las pérdidas de algunas gigantescas empresas estatales que prestan estos servicios. Y hacer que los consumidores paguen más contribuye a compensar la disminución generalizada de precios en la economía china a medida que el crecimiento se desacelera.
China ya había aumentado las tarifas eléctricas desde 2021 para muchas fábricas, aunque los clientes domésticos siguen pagando tarifas eléctricas bajas y subsidiadas. “Todas las grandes fábricas deberían pagar ahora una tasa de mercado”, indicó al New York Times David Fishman, gerente senior en Shanghai del Grupo Lantau.
Una medida como la de subir el precio del tren bala en China no es fácil de tomar, al menos en el ámbito politico. Históricamente, este medio de transporte ha sido visto como símbolo de la capacidad del país para construir infraestructura sólida y útil, más allá incluso de que exista o no la demanda por parte de los consumidores. Sin embargo, la infraestructura del tren bala se pagó con enormes préstamos, llegando a la gigantesca cifra de 870 mil millones de dólares en la empresa estatal que gestiona la red.
El Ministerio de Finanzas instruyó a una docena de las provincias más endeudadas de China a disminuir su gasto en infraestructura este año, a cambio de un alivio de su deuda. El liderazgo chino está reorientando la estrategia de crecimiento del país, cambiando desde inversiones en infraestructura y bienes raíces, a manufactura y exportaciones de alta tecnología. Esto, en desmedro de Estados Unidos y Europa, que temen que el aumento de las exportaciones chinas pueda generar pérdidas de empleos y debilitar sus bases industriales.
Desde 2008, China ha inaugurado 45 mil kilómetros de rutas de trenes bala. Estas rutas conectan todas las ciudades principales, además de cientos de ciudades y pueblos pequeños. En escala, el sistema es lo suficientemente extenso como para cubrir Estados Unidos más de 10 veces, desde Nueva York hasta Los Ángeles. La primera línea fue abierta justo antes de los Juegos Olímpicos de Verano en Beijing.
Los trenes bala de China suelen operar a velocidades de 300 o 350 kilómetros por hora, dependiendo de la ruta. Debido a que las vías son rectas, los trenes pueden recorrer largas distancias sin reducir la velocidad.
A pesar de que sea un anuncio sorprendente, el boleto de tren chino sigue siendo considerablemente barato si se lo compara con líneas occidentales. Con el aumento actual, la tarifa máxima de un tren de alta velocidad de segunda clase sería, por ejemplo, el de Wuhan a Guangzhou: casi mil kilómetros, en un viaje de menos de cuatro horas, y que a causa del reajuste quedará en 78 dólares. El billete primera clase, en tanto, subirá a 125 dólares.
En su declaración a la agencia oficial Xinhua, el sistema ferroviario chino aseguró que el aumento de las tarifas en horarios peak permitiría ofrecer mayores descuentos en algunos boletos fuera de esos horarios y en trenes más lentos con más paradas.
Es posible que los aumentos de tarifas hayan captado la atención del público debido a su anuncio. El sistema ferroviario ya había incrementado las tarifas de segunda clase en la ruta más transitada del país, entre Beijing y Shanghai, en un 8% a finales de 2020 y luego otro 10% un año después.
A pesar de estos aumentos, los trenes bala en China siguen siendo menos costosos que sus equivalentes en Occidente. “A fin de cuentas, los ferrocarriles chinos siguen siendo más baratos que los de Europa, Japón y Estados Unidos” afirmó David Feng, consultor ferroviario internacional en Beijing.
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