En medio del inicio de un nuevo año escolar, el primer ministro británico, Rishi Sunak, se encuentra en medio de una polémica por las escuelas en ruinas de Inglaterra y Gales después de que un exfuncionario del gobierno dijera el lunes que el mandatario se había negado a reconstruir más escuelas mientras era jefe del Tesoro, a pesar de las advertencias de que el concreto liviano utilizado en cientos de edificios era un riesgo para la vida.
El exfuncionario Jonathan Slater, que ocupó uno de los puestos más altos en el Ministerio de Educación, dijo que en 2021, cuando Sunak era ministro de Hacienda, redujo a la mitad una recomendación interna para reconstruir 100 escuelas cada año. Esa cifra ya se había reducido con respecto a la recomendación original del Departamento en 2018 de que el gobierno reconstruyera entre 300 y 400 escuelas al año, según la BBC.
Sunak descartó que se le pueda culpar personalmente por los retrasos a la hora de atajar el problema, y ha enfatizado que el 95% de las escuelas están libres de cualquier sospecha. En otras, ha añadido, el problema “se limita a una sola clase”.
Además, defendió que el gobierno ha actuado “tan rápido como ha podido”, después de que “recientemente” saliese a la luz nueva información”. “Por supuesto, sé que el momento es frustrante”, ha reconocido, en vísperas del arranque del curso escolar.
El gobierno fue duramente criticado luego de que la semana pasada ordenara a más de 100 escuelas en Inglaterra -que se sabe que contienen hormigón celular reforzado en autoclave (Raac) reforzado, que era ampliamente usado entre los años cincuenta y noventa- a no reabrir después de las vacaciones de verano ni trasladar a sus estudiantes en línea o a edificios temporales. La medida supuso una complicación para las familias debido a que los alumnos deben comenzar su año escolar esta semana.
Los constructores utilizaron este material conocido como RAAC, en techos y paredes porque es liviano y más barato de trabajar que el concreto tradicional. Pero los ingenieros dicen que se degrada más rápidamente que el hormigón armado estándar, y que tiene una vida útil de sólo unos 30 años. También es vulnerable a fallas estructurales.
Los líderes escolares están luchando por encontrar espacio para aulas en establecimientos cercanos o recurriendo a la instrucción en línea después de la orden de último momento del gobierno, provocada cuando tres escuelas que se pensaba que eran seguras sufrieron derrumbes durante el verano.
El gobierno dice que el número total de escuelas afectadas probablemente sea de cientos, pero no de miles.
“Sé que el momento es frustrante, pero quiero darle a la gente una idea de la escala de lo que estamos enfrentando aquí”, dijo Sunak a las emisoras. “Hay alrededor de 22.000 escuelas en Inglaterra y lo importante es saber que esperamos que el 95% de esas escuelas no se vean afectadas por esto”.
Para la oposición, las escuelas en ruinas son una metáfora del estado de un país que, según ellos, se ha convertido en una “Gran Bretaña rota” debido a los recortes de costos del sector público durante 13 años de gobierno conservador.
A esta controversia se suman las declaraciones de la ministra de Educación, Gillian Keegan, quien fue captada por las cámaras lamentando que nadie la felicite por su “jodido buen trabajo” en la crisis derivada del cierre de centros educativos y que, en cambio, haya gente que “no levante el trasero”.
“¿Alguna vez alguien va a decirme ‘has hecho un jodido buen trabajo’ porque todos los demás no levantan el culo? No hay señales de esto, ¿no?”, afirmó, en una declaración captada inmediatamente después de conceder una entrevista a la cadena ITV, cuando la cámara aún estaba grabando y el micrófono seguía encendido.
La crisis educacional solo agrega más problemas a Sunak, quien asumió el cargo hace 11 meses con la promesa de restablecer un gobierno estable después de que su predecesora, Liz Truss, sacudiera la economía con un plan de grandes recortes de impuestos. El mandatario se encuentra luchando por llevar adelante sus promesas de campaña que incluyen reducir a la mitad la inflación desde su máximo del 11% para finales de año (fue del 6,8 por ciento en julio) y reducir el número de inmigrantes que llegan a Reino Unido a través del canal de la Mancha en embarcaciones pequeñas.
El número total de personas que ha realizado este peligroso viaje desde 2018 superó el hito simbólico de 100.000 el mes pasado. El plan de albergar a 500 de estos recién llegados en una barcaza, el Bibby Stockholm, fracasó espectacularmente cuando el barco tuvo que ser evacuado después de que se encontraran bacterias que pueden causar la enfermedad del legionario en el sistema de agua. Otro plan, transportar inmigrantes ilegales a Ruanda, se ha visto obstaculizado por desafíos legales.
Ante estos obstáculos, Sunak está echando la culpa al Partido Laborista. En julio, publicó en Twitter: “Esto es a lo que nos enfrentamos. El Partido Laborista, un subconjunto de abogados, bandas criminales... todos están del mismo lado, apuntalando un sistema de explotación que se beneficia de llevar gente al Reino Unido ilegalmente”.
Las encuestas de opinión sitúan a los conservadores hasta 20 puntos por detrás de la oposición laborista, y las elecciones se deben celebrar en enero de 2025.
A pesar de la ventaja en las encuestas, el líder laborista Keir Starmer enfrenta críticas de que su enfoque aburrido y abogado de la política no logra entusiasmar al electorado.
Otro frente que ha mantenido preocupado al premier es tomar medidas enérgicas contra el crimen. Asimismo, expresó alarma por los informes de apuñalamientos en el Carnaval de Notting Hill en Londres, y confirmó un plan para prohibir los machetes y los “cuchillos zombies” (es un tipo de cuchillo adornado o arma blanca inspirada en las películas de zombies).
El crimen puede ofrecer a los conservadores un terreno político más favorable contra los laboristas, dijeron algunos analistas al diarioThe New York Times, particularmente si pueden encontrar agujeros en el propio historial de Starmer como ex líder de la fiscalía nacional.