El gobierno del primer ministro británico, Rishi Sunak, enfrenta una revuelta en las filas de sus propios parlamentarios por los planes de la administración conservadora de criminalizar a las personas sin hogar, como parte de un emblemático proyecto de ley contra el crimen.
Antes de las elecciones generales de 2019, los conservadores se comprometieron a “poner fin a la plaga del sueño en la calle” para el final del próximo Parlamento. Según las propuestas que los legisladores votarán antes de las elecciones generales -que se debe llevar a cabo antes del 28 de enero de 2025- los ministros del gabinete tienen la intención de otorgar a la policía poderes para multar o trasladar a las personas consideradas “molestas” que duermen en la calle.
Si bien el gobierno afirma que el proyecto de ley se centra en los verdaderos casos problemáticos, la medida enfureció a muchos parlamentarios del Partido Conservador, tanto del ala de la derecha como de la izquierda de la colectividad, alrededor de 40 de los cuales han advertido al jefe de bancada que votarán en contra de las medidas, informó el diario The Times. Según la prensa británica, este grupo podría fácilmente derrocar a la mayoría gubernamental de 53 si también contara con el respaldo de los parlamentarios de la oposición.
Bob Blackman, el diputado conservador que coordina la rebelión, dijo al periódico: “Muchos colegas creen que el proyecto de ley tal como está es completamente inaceptable porque tendría el efecto de criminalizar a las personas que no tienen más opción que dormir en las calles. Instamos a los ministros a pensar de nuevo”.
El domingo, altas fuentes del gobierno dijeron al diario que habían “pausado” la legislación mientras los ministros negociaban con los rebeldes. “El gobierno está entrando en pánico por la magnitud de la rebelión. porque sabe que si se lleva a votación perderá”, comentó a The Times uno de los involucrados en el debate. “Pero no vamos a dar marcha atrás ni a ceder. La pelota está en el tejado del gobierno. Necesitan escuchar o será desesperante para ellos”.
El gobierno de Sunak se ha comprometido a derogar la Ley de Vagancia de 1824, que se introdujo para atacar a los soldados heridos que comenzaron a mendigar en las calles después de regresar de las guerras napoleónicas sin hogar y en la miseria. Sin embargo, los ministros aún no han anunciado una fecha para la derogación de la ley y los activistas dicen que en su forma actual el proyecto de ley de justicia penal iría aun más lejos.
Casi 4.000 personas han sido arrestadas bajo leyes de vagancia en los cinco años hasta 2023, según datos recopilados por Jack Shaw, experto en gobierno local y miembro del grupo de expertos del Instituto Bennet.
El proyecto de ley, que se está discutiendo en la Cámara de los Comunes, contiene disposiciones que permiten a la policía desplazar por la fuerza a personas que duermen en la calle, entre otras medidas como “órdenes de prevención de molestias”.
Las propuestas fueron anunciadas por la exministra del Interior Suella Braverman, y otorgarían a la policía y a las autoridades locales poderes para actuar contra las “molestias de dormir a la intemperie” en Inglaterra y Gales. Los que duermen a la intemperie podrían ser trasladados, multados con hasta 2.500 libras esterlinas (US$ 3.140) o encarcelados.
Los parlamentarios conservadores de alto rango, incluido el exlíder Iain Duncan Smith y el presidente del grupo One Nation, Damian Green, han firmado enmiendas a la legislación para eliminar los planes para criminalizar el dormir en la calle.
Los críticos dicen que la legislación es tan amplia que alguien podría ser considerado una molestia por dormir en una puerta, tener un olor molesto o parecer que tiene la intención de dormir a la intemperie.
Además, el proyecto de ley ampliaría los poderes de la policía para realizar pruebas de detección de drogas a los sospechosos durante su arresto y entrar en las instalaciones para buscar bienes robados, como teléfonos celulares.
También otorgaría a los agentes que supervisan las libertades condicionales el poder de administrar pruebas de mentiras a delincuentes sexuales y terroristas después de su liberación de prisión, y aumentaría las sentencias para algunos delitos.
Pero la naturaleza amplia del proyecto de ley ha permitido a los parlamentarios “añadir” más enmiendas, incluidas propuestas para despenalizar todos los abortos y prohibir la llamada terapia de conversión.
A los ministros les preocupa que el proyecto de ley se vea ensombrecido por tales controversias, incluido el debate sobre las personas sin hogar. “Hay una razón por la cual el proyecto de ley aún no ha visto la luz”, dijo uno de ellos a The Times. “Hay muchas cosas que debemos intentar solucionar”.
Polly Neate, directora ejecutiva de la organización benéfica Shelter, afirmó: “El Parlamento no debe promulgar esta legislación. En lugar de castigar a las personas por no tener hogar, los políticos deberían intentar evitar que acaben en la calle”.
“Todas las personas que corren el riesgo de dormir en la calle deberían tener derecho a un alojamiento de emergencia adecuado, y para acabar definitivamente con la falta de vivienda debe invertir en viviendas sociales realmente asequibles: necesitamos 90.000 al año”, concluyó.