El primer ministro australiano Anthony Albanese catalogó este lunes a la violencia intrafamiliar como una “crisis nacional” después de que miles de personas protestaron en diversas ciudades del país el domingo pasado por la violencia contra las mujeres, exigiendo que la violencia de género sea declarada una emergencia nacional y se establezcan leyes más estrictas para erradicarla.
El país oceánico ha contado los fallecimientos de 27 mujeres en lo que va del año, presuntamente por actos de violencia de género en una población de 27 millones, según indicó The Associated Press. Y el lunes por la noche, nuevas cifras mostraron un aumento del 28% en los homicidios de parejas íntimas en 2022-23, en comparación con el año anterior, finalizando lo que había sido una tendencia de disminución de décadas.
En Australia, una mujer ha sido asesinada en promedio cada cuatro días en lo que va de año. “No basta con tener empatía. El hecho de que una mujer muera cada cuatro días, en promedio, a manos de su pareja, es simplemente una crisis nacional. Así que convocaré al gabinete nacional el miércoles. (...) Es evidente que los gobiernos deben hacer más, pero también como sociedad debemos reconocer que debemos cambiar el comportamiento. Necesitamos cambiar actitudes. Necesitamos cambiar la cultura, porque es completamente inaceptable”, indicó el primer ministro al canal de televisión Nine Network.
“Es un aumento considerable y, hasta cierto punto, uno que no esperábamos”, dijo Samantha Bricknell, gerenta de investigación del Instituto Australiano de Criminología, a la cadena CNN.
“A lo largo de los más de 30 años que hemos estado recopilando datos sobre homicidios en Australia, ha habido una disminución general en los homicidios de parejas íntimas”, añadió la gerenta sobre el país que ocupó el puesto N° 22 en el Índice de Paz Global del año pasado.
El domingo, Albanese, la ministra de la Mujer, Katy Gallagher, y la ministra de Servicios Sociales, Amanda Rishworth, no fueron bien recibidos cuando asistieron a la protesta en Canberra, la capital australiana, ya que los manifestantes gritaron a los líderes del gobierno “queremos acción” y “hagan su trabajo”, según consignó la cadena Deutsche Welle.
La organizadora Martina Ferrara dijo: “Queremos opciones alternativas de presentación de informes para que las víctimas sobrevivientes les permitan adueñarse de sus historias y de su proceso de curación y presentación de informes. Y queremos que el gobierno reconozca que se trata de una acción de emergencia y tome medidas inmediatas”.
Frente al actuar de los manifestantes, el premier dijo que era necesario centrarse más en los perpetradores y la prevención de la violencia. “Necesitamos cambiar la cultura, necesitamos cambiar las actitudes, necesitamos cambiar el sistema legal”, afirmó en la manifestación. Además, señaló que él y la ministra Gallagher pidieron hablar, pero los organizadores les habían dicho que no era posible.
No obstante, en un comunicado, la organizadora de la manifestación, Sarah Williams, de What Were You Wearing (WWYW), informó que la oficina de Albanese le dijo que estaba interesado en caminar, pero no en hablar. “El primer ministro de Australia le mintió hoy a este país”, dijo Williams en una publicación en Instagram.
“Los representantes de las oficinas de Gallagher y Albanese dijeron esta mañana que estaban seguros de que Katy estaría encantada de hablar. No el primer ministro. WWYW y yo nunca le negamos que hablara. Nunca pidió hablar (...) Que él no solo exigiera que hablara porque lo estaban molestando, sino que además mintiera, fue vergonzoso”, añadió Williams.
En respuesta a la afirmación de que había mentido, Albanese le dijo a Nine Network: “Estoy concentrado en el tema. Fue un día emotivo para la gente y lo entiendo, en lo que es un tema emocional. Porque las mujeres decían ayer, ya es suficiente (...) Estaba feliz de no hablar. Estaba feliz de hablar. Se trataba de crear conciencia sobre el tema, pero también de un llamado a la acción por parte de todos los gobiernos, muy claramente, necesitamos hacer más”, afirmó.
Consultado sobre si había invocado su posición como primer ministro para exigir hablar, Albanese dijo al programa Sunrise del Canal Siete que “no voy a entrar en ese tipo de debate. Esto no debería distraernos de lo que es un problema muy grave”. También elogió a las organizadoras y dijo que “merecen crédito por organizar estas manifestaciones” en todo el país.
A pesar de declarar la violencia contra las mujeres como una crisis nacional, Albanese dijo a ABC News Breakfast que no “quería entrar aquí en un debate que pierda el punto sobre si se trata de una emergencia nacional o una crisis nacional”. Si bien una emergencia nacional desencadenaría pagos únicos, como durante un incendio forestal o una inundación, el primer ministro argumentó que lo que se necesita “no son acciones únicas” sino un “plan concertado”.
La reunión del gabinete nacional de este miércoles se centrará en reforzar la prevención de la violencia contra las mujeres, abordando también los daños en línea. El primer ministro destacó el compromiso de garantizar la seguridad de las mujeres, aunque advirtió que no habrá soluciones “de la noche a la mañana”.