La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, respondió este sábado al anuncio de Estados Unidos de imponer un arancel de un 25% para los productos de origen mexicano, y acusó calumnias por parte del gobierno de Donald Trump.
Durante la tarde de este sábado, fue el presidente estadounidense quien anunció el recargo -al igual que para China y Canadá- dando cumplimiento a sus amenazas de los últimos días en torno a la materia. La medida se concretó bajo la ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional y entrará en vigencia el próximo martes, en respuesta a la “crisis del fentanilo” y otras drogas, y también por el control migratorio en la frontera sur.
Desde la Casa Blanca sostuvieron que “los cárteles mexicanos son los principales traficantes de fentanilo, metanfetamina y otras drogas del mundo. Estos cárteles tienen una alianza con el gobierno de México y ponen en peligro la seguridad nacional y la salud pública de los Estados Unidos”.
Ante esto, la presidenta Sheinbaum respondió a las acusaciones y afirmó que “rechazamos categóricamente la calumnia que hace la Casa Blanca al gobierno de México de tener alianzas con organizaciones criminales, así como cualquier intención injerencista en nuestro territorio”.
“Nuestro gobierno ha asegurado en cuatro meses, más de 40 toneladas de drogas, incluyendo 20 millones de dosis de fentanilo. También ha detenido a más de diez mil personas vinculadas con estos grupos”, dijo.
A través de su cuenta en X, la mandataria emplazó a las autoridades estadounidenses a combatir el consumo de drogas, fiscalizando la venta de las sustancias “en las calles de sus principales ciudades, lo que no hacen y el lavado de dinero que se genera por esta actividad ilegal que tanto daño ha hecho a su población”.
También recomendó a Estados Unidos realizar una campaña masiva contra el consumo de sustancias ilícitas. “El consumo y la distribución de drogas está en su país y ese es un problema de salud pública que no han atendido”, agregó, al tiempo que criticó la prescripción de opioides sintéticos, “autorizados por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) como lo demuestra el juicio contra una farmacéutica”.
“México no quiere confrontación. Partimos de la colaboración entre países vecinos. México no solo no quiere que el fentanilo llegue a Estados Unidos, sino a ninguna parte. Por ello, si Estados Unidos quiere combatir a los grupos delictivos que trafican droga y generan violencia, debemos trabajar conjuntamente de forma integral, pero siempre bajo los principios de responsabilidad compartida, confianza mutua, colaboración y, sobre todo, respeto a la soberanía, que no es negociable. Coordinación sí; subordinación, no”, recalcó.
En ese sentido, la mandataria anunció que instruyó al secretario de Economía, Marcelo Ebrard, para que “implemente el plan B que hemos estado trabajando, que incluye medidas arancelarias y no arancelarias en defensa de los intereses de México”.
La autoridad también propuso una mesa de trabajo conjunta con Estados Unidos, donde se encuentren equipos de seguridad y salud pública para atender temas como el tráfico de drogas y la inmigración ilegal.
“No es con la imposición de los aranceles como se resuelven los problemas, sino hablando y dialogando como lo hicimos en estas últimas semanas con su departamento de estado para atender el fenómeno de la migración”, manifestó.