El presidente de Argelia, Abdelaziz Bouteflika, renunció el martes, sucumbiendo a la presión de semanas de multitudinarias protestas contra su gobierno.
El líder de 82 años anunció que abandona su cargo a través de un comunicado dado a conocer por la agencia estatal de noticias APS, poco después de que el jefe del estado mayor del Ejército exigiera una acción inmediata para destituirlo.
"No hay más espacio para perder el tiempo. Decidimos apoyar a la gente para que se cumplan todas sus demandas", dijo el teniente general Ahmed Gaed Salah.
Bouteflika, quien estuvo en el poder durante 20 años, dijo el lunes que renunciaría antes del final de su mandato el 28 de abril.
Pero los partidos de la oposición rechazaron esto como insuficiente, mientras que cientos de estudiantes marcharon a través de la capital para exigir el reemplazo de un sistema político considerado como incapaz de una reforma significativa.
Bouteflika ha sido visto en público en muy pocas oportunidades desde que sufrió un derrame cerebral en 2013.
La renuncia de Bouteflika dejará a Abdelkader Bensalah, presidente de la Cámara alta del Parlamento, a cargo como presidente provisional durante 90 días hasta que se celebren elecciones.
Bouteflika, un veterano de la guerra de independencia del país africano, fue elegido presidente en 1999 y se afirmó en el poder al poner fin a una guerra civil con militantes islamistas que dejó un estimado de 200.000 personas muertas.
Pero el país está sumido en la corrupción y, en una señal de que el fin del gobierno de Bouteflika se estaba acercando, a varias figuras cercanas al mandatario se les prohibió viajar al extranjero en los últimos días.