El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, celebró la decisión de la Asamblea General de Naciones Unidas de expulsar a Rusia del Consejo de Derechos Humanos, que ha definido como un “paso significativo” de la comunidad internacional que ratifica que el presidente ruso, Vladimir Putin, convirtió a su país en un “paria”.

En un comunicado difundido por la Casa Blanca, Biden reconoció que Washington ha trabajado “en estrecha colaboración” con sus aliados internacionales para llevar a cabo esta votación contra Rusia en respuesta a las “violaciones graves y sistémicas de los Derechos Humanos” que se llevan a cabo en Ucrania en el marco de la guerra.

“Después de la histórica votación de hoy, Rusia no podrá participar en el trabajo del Consejo ni difundir su desinformación allí mientras la Comisión de Investigación del Consejo investiga las violaciones y abusos de los Derechos Humanos por parte de Rusia en Ucrania”, apuntó Biden.

En este punto, el jefe de la Casa Blanca ha reiterado su denuncia por las imágenes de civiles muertos en varios puntos de la geografía ucraniana, especialmente en la ciudad de Bucha, a las afueras de la capital, Kiev.

“Los signos de personas violadas, torturadas, ejecutadas, en algunos casos con sus cuerpos profanados, son un ultraje para nuestra humanidad común. Las mentiras de Rusia no pueden competir con la evidencia innegable de lo que está sucediendo en Ucrania”, subrayó el mandatario.

Finalmente, Biden remarcó que Estados Unidos continuará colaborando con sus socios y aliados para recabar las informaciones y evidencias necesarias que demuestren la responsabilidad de Rusia por estas atrocidades. Además ha apuntado a un aumento de la presión sobre la economía rusa y al aislamiento de Moscú en el escenario internacional.

La Asamblea General de la ONU ha votado este jueves a favor de suspender a Rusia como miembro del Consejo de Derechos Humanos, una propuesta que ha salido adelante con 93 votos a favor y 24 en contra, mientras que 58 Estados miembro se han abstenido y varios más directamente no se han pronunciado.

El ministro de Exteriores de Ucrania, Dimitro Kuleba, celebró la aprobación del texto, alegando que “los criminales de guerra no tienen cabida en órganos de la ONU destinados a proteger los Derechos Humanos”. En este sentido, ha agradecido a los países que han “elegido el lado correcto de la historia”.

Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia tildó la resolución como “un paso ilegítimo y políticamente motivado” cuyo objetivo es “castigar” a un Estado miembro de la ONU por sus “políticas independientes”.