El presidente estadounidense, Joe Biden, sostuvo el martes durante un evento que marca el mes de la herencia judía estadounidense que el antisemitismo es “una mancha en el alma de Estados Unidos”.
Biden ha señalado que los incidentes antisemitas “están a un nivel récord” en la historia del país, indicando que se producen ataques violentos contra sinagogas o negocios judíos, mientras que judíos que visten atuendos religiosos han sido golpeados en la calle y estudiantes judíos han sido acosados y excluidos de campus universitarios. También ha lamentado la presencia de panfletos antisemitas y teorías conspirativas.
“Es inconcebible. Es casi increíble. Es despreciable. Estos actos son también una amenaza para otras comunidades minoritarias. Pero lo más importante, es literalmente una mancha en el alma de Estados Unidos”, ha declarado.
En este sentido, remarcó que “el silencio es complicidad” por lo que ha asegurado que no permanecerá callado ante estos ataques. “Bajo mi presidencia, vamos a seguir condenando y combatiendo el antisemitismo en todo momento”, agregó.
El mandatario estadounidense, además, ha aprovechado la ocasión para pedir la liberación del periodista judío Evan Gershkovich -arrestado “porque arrojó algo de luz sobre la oscuridad de Rusia”-, así como del exmarine Paul Whelan, ambos detenidos por parte de las autoridades rusas.
Así, manifestó que “la historia estadounidense no depende de ninguno de nosotros, sino de todos nosotros”, al tiempo que ha señalado las iniciativas y planes que ha tomado su administración en esta materia que incluye una estrategia para revertir lo que ha denominado la “normalización” del antisemitismo.
Es por ello que ha reiterado su apoyo a la “seguridad de Israel” que “sigue siendo de larga data e inquebrantable”, mientras que ha remarcado “el derecho de Israel a defenderse de los ataques”. “Estoy orgulloso de nuestro apoyo (...) para la Cúpula de Hierro de Israel, que ha interceptado miles de cohetes y salvado innumerables vidas en Israel”, afirmó.