La cirugía de cadera del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, se realizó con éxito y ahora el mandatario está despierto y en buen estado, dijeron sus médicos este viernes por la tarde.
Lula fue operado de una artrosis de cadera provocada por el desgaste extremadamente doloroso del cartílago de la cabeza de un fémur.
El procedimiento, que se lleva a cabo con anestesia general, tiene como objetivo restablecer la función de su cadera derecha mediante una artroplastia, que consiste en extraer la cabeza del fémur para implantar una prótesis.
La cirugía transcurrió sin contratiempos y Lula no necesitará ser ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), dijo a periodistas uno de sus médicos, Roberto Kalil, en una conferencia de prensa.
El mandatario será trasladado a una habitación en las próximas horas.
Lula ha dicho que sufrió dolores constantes durante más de un año, aunque esto no le impidió viajar a decenas de países desde que asumió el cargo en enero.
Está previsto que permanezca en el hospital hasta el martes y luego pasará tres semanas recuperándose en la residencia presidencial.
“Tengo que tener un poco de cuidado porque la operación parece sencilla, pero la fisioterapia y un tratamiento específico son esenciales para la recuperación”, dijo a principios de esta semana en una entrevista televisiva. “Me cuidaré mucho. Soy muy optimista”.
Lula dijo que recién reanudará sus viajes presidenciales al exterior a fines de noviembre, cuando volará a Emiratos Árabes Unidos para asistir a la reunión mundial sobre el clima COP28.
“Hasta entonces me quedaré aquí en Brasilia. No podré tomar un avión”, dijo al canal de televisión gubernamental.
El vicepresidente Geraldo Alckmin asumirá algunas de las funciones y apariciones públicas de Lula, pero no hay planes para que se convierta en presidente interino, dijeron funcionarios del Gobierno.
Lula dijo que pospuso la cirugía porque quería asumir el cargo primero y llevar al país de regreso a la normalidad después de la agitación política durante el mandato de su predecesor, así como reparar la posición internacional de Brasil.
“Quería decirle al mundo entero que Brasil ha vuelto”, afirmó