El presidente de la región de Cataluña, Quim Torra, admitió este lunes ante un tribunal que desobedeció una orden de la Junta Electoral Central (JEC) para retirar símbolos políticos de los edificios públicos en período electoral.
"Era imposible cumplir una orden ilegal", afirmó el independentista Torra en el juicio en su contra que hoy comenzó ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
La JEC ordenó a Torra que retirara lazos amarillos y pancartas de los edificios oficiales del Gobierno regional catalán durante la campaña para las elecciones generales del pasado 28 de abril.
La Junta Electoral consideró que esos símbolos, de apoyo al independentismo y a los líderes catalanes que entonces estaban siendo juzgados por el intento secesionista ilegal de 2017, rompían el principio de neutralidad política de las instituciones públicas.
Torra, que solo contestó a las preguntas de la defensa, aseguró en su declaración de hoy que en su opinión se trataba de "una orden ilegal dictada por un órgano que no tenía la competencia".
Si es declarado culpable, Torra podría ser inhabilitado para el cargo por un período de un año y ocho meses, según la petición de la Fiscalía que hoy se mantuvo en la primera jornada del juicio.
La defensa, que ejerce el abogado hispano-chileno Gonzalo Boye, solicitó la absolución, al considerar que Torra no incurrió en un delito de desobediencia porque la Junta Electoral Central no tenía competencias para ordenar la retirada de los símbolos de apoyo a los políticos catalanes presos.
La decisión del tribunal catalán puede ser recurrida ante el Supremo.
Una hipotética inhabilitación de Torra podría desencadenar un adelanto de las elecciones regionales en Cataluña, donde actualmente gobierna una coalición de dos partidos independentistas (JxCat y ERC) que se disputan entre sí el liderazgo de esta corriente.