El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, aseguró el martes querer evitar que la crisis migratoria en la frontera con Polonia degenere en confrontaciones con sus países europeos vecinos.
“Lo esencial ahora es defender nuestro país, nuestro pueblo y evitar enfrentamientos”, dijo según la agencia estatal Belta.
“Este problema no tiene que convertirse en una acalorada confrontación”.
Sin proporcionar detalles ni elementos concretos, Lukashenko afirmó que recibió información “de intentos de llevar armas al campamento de migrantes” situado en la frontera con Polonia.
Según Minsk, más de 2.000 migrantes que buscan ingresar en la Unión Europea (UE) a través de Polonia están acampados frente al puesto fronterizo de Bruzgi.
Frente a los migrantes, Polonia desplegó fuerzas armadas y policiales para impedir su ingreso.
“No entiendo por qué se despliegan aviones, helicópteros y tanques contra los refugiados”, dijo Lukashenko, que afirmó que Polonia desplegó “20.000 militares además de aviones y tanques” en la frontera.
“En lugar de buscar una solución con la parte polaca, la Unión Europea pone fin a los proyectos de cooperación transfronteriza”, dijo Lukashenko. “Además, nos amenazan con nuevas sanciones, con la construcción de un muro de cinco metros de altura”, agregó.
“Si no tienen nada que hacer, que lo hagan, no tenemos nada en contra”, ironizó el presidente de Bielorrusia.
La UE acusa a Bielorrusia de haber orquestado la crisis actual para vengarse de las sanciones decididas en represalia por una represión política interna sin precedentes.
Los Estados miembros dijeron el lunes que adoptarán nuevas sanciones contra el gobierno bielorruso.
Por su parte, la canciller alemana Angela Merkel mantuvo una conversación con Lukashenko, lo que constituye un éxito para el presidente bielorruso, cuya reelección en agosto de 2020 no fue reconocida por la UE.