El jefe de gobierno español, Pedro Sánchez, tildó este viernes de “inadmisible” la violencia estallada por tres días consecutivos en las protestas por el encarcelamiento de un controvertido rapero y aseguró  que su Ejecutivo le “hará frente”.

“La violencia es un ataque a la democracia. En consecuencia, el gobierno de España hará frente a cualquier tipo de violencia”, afirmó el dirigente socialista, rompiendo un silencio criticado por la oposición de derecha.

“En una democracia plena, y la democracia española es una democracia plena, resulta inadmisible el uso de cualquier uso de violencia”, insistió Sánchez en un acto en la región de Extremadura (oeste).

Sus declaraciones también salen al paso de las tensiones con su socio de coalición, Podemos (izquierda radical), algunos de cuyos dirigentes aplaudieron las protestas y criticaron la actuación policial.

Desde el martes, el día del arresto del rapero, se han registrado fuertes altercados en ciudades como Barcelona, Madrid, Granada o Valencia que dejaron un balance de cerca de 100 detenidos y otros tantos heridos.

Hasél, de 32 años, fue condenado a nueve meses de cárcel por enaltecimiento del terrorismo en unos tuits donde calificaba al rey Juan Carlos I de “mafioso”, elogiaba personas implicadas en atentados y lanzaba duras acusaciones contra la policía.

Su caso generó un debate sobre la libertad de expresión en España, con antecedentes similares como el del rapero Valtonyc, que huyó a Bélgica en 2018 para evitar entrar a prisión.

El ejecutivo socialista se comprometió a revisar el código penal para evitar que este tipo de delitos no conlleven penas de prisión.

“La democracia española tiene una tarea pendiente, que es ampliar y mejorar la libertad de expresión”, reconoció Sánchez en su discurso.

El artista, con otros antecedentes penales, recibió el apoyo de celebridades como el actor Javier Bardem o el cineasta Pedro Almodóvar y también de organizaciones como Amnistía Internacional, que lanzó una campaña con el lema “rapear no es delito”.