El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, tensó el miércoles los lazos con España al proponer “una pausa” en las relaciones bilaterales, subiendo el tono de las críticas contra las autoridades y empresas del país europeo, uno de los principales inversores en la nación latinoamericana.
En el pasado, López Obrador, ha acusado a firmas españolas como la empresa de energía Iberdrola, la petrolera Repsol y la constructora OHL -ahora OHLA- de haberse confabulado con gobiernos previos para cometer ilícitos a través de contratos públicos “dañinos” para México.
“Vale más darnos un tiempo, hacer una pausa. A lo mejor cuando cambie el gobierno ya se restablecen las relaciones”, dijo el mandatario. Sin embargo, cuando se le preguntó sobre los efectos concretos de su declaración dio a entender que no significaba, aparentemente, la ruptura de lazos diplomáticos.
“No, no, no, no, no, eso no se puede hacer, imagínense los internacionalistas, los diplomáticos, si de por sí me cuestionan (...) implica un comentario, ¿ya no puedo hacer un comentario?”, respondió a insistentes preguntas de periodistas.
La Secretaría de Relaciones Exteriores de México no ofreció mayores explicaciones sobre la cuestión.
El canciller español, José Manuel Albares, expresó su “sorpresa” por estas declaraciones. En Lyon, Francia, aseguró que no ha sido informado de manera oficial de alguna “pausa” solicitada por México en las relaciones bilaterales.
La “pausa” reclamada por López Obrador, informó el ministro español, “no tiene ninguna traducción oficial, ni se nos ha comunicado nada oficialmente de ningún tipo”. “Habría que preguntarle al Presidente López Obrador qué es lo que ha querido decir”, instó Albares.
“La relación entre España y México es una relación estratégica que va más allá de declaraciones verbales súbitas”, continuó Albares, antes de pedir que ambos gobiernos velen por el buen curso de las inversiones económicas.
“La relación entre España y México es una asociación estratégica que va más allá de declaraciones verbales súbitas o de palabras puntuales”, dijo Albares en declaraciones al marco de una reunión de cancilleres europeos.
“Quiero dejar claro que el gobierno de España no ha hecho ninguna acción que pueda justificar ninguna declaración de este tipo”, subrayó, a la vez que subrayó que el gobierno defenderá los intereses españoles en “cualquier circunstancia y ante cualquier país”.
“Lejos de la pausa, de lo que estamos hablando es de un incremento de nuestras relaciones empresariales que los gobiernos, ambos gobiernos, debemos acompañar”, sentenció.
Entre los argumentos de López Obrador para proponer “la pausa” en la relación, denunció que antes de llegar al poder había “un contubernio” y “una promiscuidad económica, política” entre las cúpulas de los gobiernos de ambos países, un fenómeno que se repitió en tres mandatos presidenciales previos al suyo, dijo el mandatario.
“México llevaba la peor parte, nos saqueaban”, manifestó el gobernante, que en los últimos meses ha impulsado una polémica reforma del sector eléctrico para dar mayor preeminencia al Estado en detrimento del sector privado.
López Obrador aseguró que no quiere que se vea a México “como tierra de conquista”. “No queremos que nos roben”, añadió el mandatario izquierdista en su conferencia matutina.
No es el primer roce de López Obrador con Madrid, después de que en marzo de 2019 dirigiera una carta al rey Felipe VI demandándole que pidiera disculpas a México por la conquista, una solicitud que fue ignorada por Madrid.