Tras el fin de las protestas acordado por el Gobierno de Ecuador y las organizaciones indigenistas, el presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, anunciaó este viernes el fin del toque de queda en las provincias de Azuay, Sucumbíos y Orellana.

El acuerdo al que llegaron en la noche del jueves el Ejecutivo y las organizaciones indigenistas por las protestas en el país -poniendo fin a las movilizaciones tras pactar una nueva bajada del combustible-, ha servido para que Lasso haya eliminado la restricción a la movilidad en tres provincias ecuatorianas, según detalló en un comunicado la Presidencia de Ecuador.

Aún así, en estas tres provincias continuará vigente el estado de excepción, así como en Imbabura, donde también se decretó el régimen de excepción el pasado 29 de junio aunque no se impuesieron medidas que restringieran la movilidad de las personas.

“Notifíquese el cese de la suspensión del ejercicio del derecho al libre tránsito conforme lo aquí dispuesto”, detalló el decreto ley compartido en un comunicado por la Presidencia de Ecuador.

Manifestantes dejan Quito

Tras 18 días de movilizaciones, las organizaciones indigenistas han empezado a salir desde Quito, la capital ecuatoriana, hacia sus comunidades en otras partes del país.

“Venimos juntos y nos vamos juntos”, dijo Leonidas Iza, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE), quien impulsó las movilizaciones desde el pasado 13 de junio.

“Hemos demostrado nuevamente la fortaleza indígena”, agregó la militante indigenista Elena Condo, antes de emprender camino a Cotopaxi.

En el Parque el Arbolito, tradicional lugar de encuentro y protesta de las organizaciones indigenistas, cuadrillas de limpieza del Ayuntamiento de Quito han trabajado durante este viernes en la limpieza y la reparación de daños. Las primeras estimaciones señalan que los costos de restaurar la ciudad superarán los 990.000 dólares.

En tanto, el ministro de Producción, Julio Prado, aseguró que Ecuador ha perdido más de mil millones de dólares debido a los 18 días de las movilizaciones que han tenido lugar en el país.