El Presidente palestino, Mahmoud Abbas, pidió este lunes a Naciones Unidas, en un discurso pronunciado desde la sede en Nueva York, que “suspenda” la membresía de Israel en el organismo internacional por incumplir de forma reiterada las resoluciones de la Asamblea General.
Durante la conmemoración del 75º Día de la Nakba (palabra árabe que significa catástrofe o tragedia y que, en el caso de Medio Oriente, se la emplea para recordar que muchos palestinos perdieron su hogar durante o tras la primera guerra árabe-israelí de 1948), que se celebra por primera vez en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, Abbas enfatizó la necesidad de reconocer los derechos del pueblo palestino no solo a la libre determinación, sino también a la independencia, tomando como base las fronteras de 1967, con Jerusalén Este como capital, indicó la agencia palestina de noticias WAFA.
“Exigimos hoy oficialmente, de acuerdo con el derecho internacional y las resoluciones internacionales, asegurarnos de que Israel respete estas resoluciones o suspender la membresía de Israel en la ONU”, dijo Abbas durante un discurso de una hora.
El mandatario habló en árabe en una sesión especial del Comité para el Ejercicio de los Derechos Inalienables del Pueblo Palestino, a la que habían sido invitados decenas de embajadores de la ONU.
Abbas también aseguró que es fundamental el retorno de los refugiados, así como la liberación de todos los presos políticos palestinos de las prisiones en Israel. Asimismo, recordó que “la ocupación israelí, las políticas de colonialismo y el bloqueo en Gaza” son las principales causas de la espiral de violencia en la región.
Por otro lado, Abbas aprovechó de recordar que las potencias colonizadoras occidentales, fundamentalmente Estados Unidos y Reino Unido, son “directamente responsables”, tanto política como moralmente, de la Nakba, por lo que tienen una “responsabilidad histórica” para poner fin al sufrimiento de los palestinos.
El representante de Israel ante la ONU, Gilad Erdan, calificó el evento de “despreciable” y escribió una carta a otros embajadores instándolos a no asistir. Según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, 32 países, incluidos Estados Unidos, Canadá, Ucrania y 10 de la Unión Europea, no participaron.
La subsecretaria general de Asuntos Políticos y de Consolidación de la Paz de la ONU, Rosemary DiCarlo, reafirmó la “posición clara” de Naciones Unidas de que la ocupación de los territorios palestinos por parte de Israel debe terminar porque es “ilegal según el derecho internacional”.
La Asamblea General, que contaba con 57 países miembros en 1947, aprobó la resolución que dividía a Palestina con una votación de 33 votos favor, 13 en contra y 10 abstenciones. Israel aceptó el plan de partición de la ONU y después de que expiró el mandato británico en 1948, declaró su independencia. Los árabes rechazaron el plan y los países árabes vecinos lanzaron una guerra contra el Estado judío.
La Nakba conmemora a los aproximadamente 700.000 palestinos que huyeron o fueron obligados a abandonar sus hogares en 1948.
Abbas acusó a Israel de “nunca haber cumplido con sus obligaciones y los requisitos previos para ser miembro” de Naciones Unidas.
El presidente palestino contó “alrededor de 1.000 resoluciones” adoptadas por la Asamblea General de la ONU, el Consejo de Seguridad y el Consejo de Derechos Humanos relacionadas con Israel. “Hasta la fecha, no se ha implementado ni una sola resolución”, dijo.
Abbas agregó que la Nakba “no comenzó en 1948 y no se detuvo después de esa fecha”. “Israel, la potencia ocupante, continúa con su ocupación y su agresión contra el pueblo palestino y continúa negando esta Nakba y rechaza las resoluciones internacionales sobre el regreso de los refugiados palestinos a su patria”, aseguró.
Hay 5,9 millones de refugiados palestinos viviendo en Cisjordania ocupada, la Franja de Gaza, Jordania, Líbano y Siria, según Naciones Unidas.