El mandatario colombiano, Gustavo Petro, anunció un nuevo proceso de paz, en el que se llevará a cabo un dialogo entre el gobierno y el Estado Mayor Central (EMC), uno de los mayores grupos de disidencias que quedan a día de hoy, perteneciente a la ya extinta FARC.
A la realización de esta mesa de dialogo se suma otra instancia con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), el cual es el único grupo guerrillero con el que el gobierno ha logrado establecer un dialogo formal.
El anuncio de Petro, realizado mediante un mensaje en Twitter, corresponde a una parte de su política de “paz total”, en el que se busca generar acuerdos de paz con los grupos armados de Colombia. Por otra parte, este proceso ocurre después de que la Fiscalía General de la Nación, encabezada por Francisco Barbosa, levantara la orden de detención en contra de 19 disidentes de la guerrilla liderada por el denominado “Iván Mordisco”, a petición del líder del ejecutivo.
“El Fiscal General de la Nación, luego de sopesar los argumentos presentados por el Presidente Petro, y de acuerdo a sus competencias legales y constitucionales, decidió suspender las órdenes de captura dictadas o que sean dictadas en contra de 19 personas”, declaró la Fiscalía General en un comunicado oficial.
Por su parte, Barbosa aclaró, durante una declaración, que dentro de la lista de disidentes cuya orden de arresto se anuló, ya no se encuentra el guerrillero conocido como “John Mechas”, líder del Frente 33 y quien tiene actualmente una orden de captura y extradición por su vínculo con el atentado contra el expresidente de Colombia, Iván Duque, en julio de 2021.
El Estado Mayor Central, cuya cabecilla es Iván Mosdico, fue uno de los grupos pertenecientes al extinto grupo de la FARC que rechazó ser parte de los diálogos de La Habana, que culminaron en el acuerdo de paz en 2016. En aquella instancia, participaron otros grupos derivados de las fuerzas revolucionarias de Colombia y donde algunas, además de desarmarse, se convirtieron en partidos políticos con representación en el Congreso.
Sin embargo, el acuerdo de paz total con las disidencias colombianas sigue siendo un desafío para la administración de Petro, debido a que el EMC no fue el único grupo que se apartó del acuerdo de 2016. A esto, además, se suman los datos entregados por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), en la que la mitad de los seis conflictos armados que existen en Colombia se vinculan a grupos disidentes.
Por otro lado, las tensiones con el Clan del Golfo van en aumento, a quienes el gobierno responsabiliza del paro minero en el Bajo Cauca antioqueño, sumado a los ataques a los suministros de agua en el municipio de Tarazá, lo que rompió el acuerdo de cese al fuego al que se llegó a finales de 2022.
Dentro del gobierno, se plantea el debate sobre el cómo debe tratarse a los grupos que desertaron del acuerdo de La Habana en 2016, y si se les debe considerar como grupos criminales o tomar una via política, como es el caso del ELN. Sin embargo, según El País, el anuncio de Petro manifestaría una tendencia hacia la segunda opción, en un contexto en el que el gran parte de los exmiembros de la FARC transitaron al aspecto legal.
Con la realización de un nuevo proceso de paz, el gobierno de Petro espera establecer un dialogo con el EMC y avanzar en el plan de paz total, mientras la relación con grupos como el Clan del Golfo llegan a niveles críticos.