El presidente de Colombia, Gustavo Petro, dijo el jueves que su gobierno entregará bienes de narcotraficantes avaluados en unos 22 billones de pesos (casi 5.000 millones de dólares) a asociaciones de campesinos, mujeres, jóvenes y víctimas del conflicto armado, para ponerlos a producir.

Las autoridades colombianas han incautado bienes de los narcotraficantes, que incluyen extensas fincas, casas, lujosos vehículos e incluso ganado, dentro de su lucha contra las drogas en uno de los mayores productores mundiales de cocaína.

“Hay que lograr que los bienes concebidos ilícitamente pasen a la gente del pueblo colombiano; no es cualquier cantidad, son 22 billones de pesos”, dijo Petro durante la posesión de varios funcionarios de entidades involucradas en los procesos de detección, confiscación y administración de los bienes.

La propuesta abarca los bienes del narcotráfico que estén en extinción del dominio o que ya hayan surtido ese proceso judicial.

Hasta ahora la política gubernamental consistía en vender los bienes para resarcir con los recursos a las víctimas del conflicto interno de casi seis décadas que ha involucrado a bandas de narcotraficantes, guerrilleros izquierdistas y paramilitares de ultraderecha, que desplazaron a millones de personas de sus propiedades.

Pero venderlos a menudo es un desafío, debido a que los compradores temen que aparezcan los propietarios anteriores o sus familiares, especialmente en momentos en que los principales exlíderes paramilitares regresan al país tras cumplir sentencias de cárcel en Estados Unidos.

Petro, un exguerrillero de 62 años, precisó que el plan de entregar las propiedades es el primer paso de una reforma agraria que presentará durante su Gobierno que inició en agosto.

El mandatario planteó que entre los beneficiarios estén campesinos, asociaciones de mujeres, cooperativas de jóvenes para producir, así como la posibilidad de que sean empleados para sedes universitarias.