El Presidente Donald Trump anunció el miércoles que suspendería la implementación de sus aranceles recíprocos durante los próximos 90 días y y señaló que hay nuevas conversaciones comerciales con países extranjeros.

Sin embargo, el mandatario afirmó que su decisión no incluía a China, y anunció que, en su lugar, aumentaría los aranceles a sus exportaciones al 125% después de que Beijing anunciara una nueva ronda de represalias.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo que Trump había aumentado los aranceles contra China porque “cuando uno golpea a los Estados Unidos de América, el presidente Trump va a contraatacar con más fuerza”.

También dijo que Estados Unidos continuará con negociaciones personalizadas y que el nivel arancelario se reducirá a un 10% universal durante las negociaciones.

Este cambio de postura se produjo tras otro día turbulento, indicó el diario The New York Times. Los últimos aranceles de Trump habían afectado a casi todos los socios comerciales de Estados Unidos con nuevos gravámenes y elevado los impuestos de importación a los productos chinos al 104%. China anunció posteriormente aranceles adicionales a las importaciones procedentes de Estados Unidos, por un total del 84%, que entraron hoy en vigor.

Poco antes, los estados miembros de la Unión Europea votaron a favor de aprobar contraaranceles contra Estados Unidos que entrarían en vigor el próximo martes, su primera respuesta a los gravámenes de Trump. Se aplicarían aranceles del 25 % a una amplia gama de productos importados de Estados Unidos, incluyendo productos tan diversos como el maíz y el vidrio plano. El bloque afirmó que sus contramedidas «pueden suspenderse en cualquier momento, si Estados Unidos acepta un resultado negociado justo y equilibrado».