El primer ministro australiano decretó este jueves la prohibición de las relaciones sexuales entre los ministros y sus colaboradores en respuesta al escándalo provocado por la relación extramatrimonial de su adjunto con una exasistente a la que dejó embarazada.
Malcolm Turnbull anunció esta modificación del código de buena conducta ministerial en una conferencia de prensa extraordinaria en la que criticó a Barnaby Joyce, el vice primer ministro.
Barnaby Joyce es culpable de haber "causado sufrimiento y una humillación extrema" a su esposa y sus cuatro hijas, acusó.
Joyce, de 50 años, está en medio de una tormenta desde la revelación la semana pasada de una relación con su colaboradora, casi 20 años menor que él, y que espera ahora un hijo fruto de su unión. Se lo acusa de contravenir a las reglas del gobierno haciéndola nombrar en un gabinete ministerial, y se multiplican los pedido de que dimita.
"Barnaby cometió un error de apreciación inconveniente manteniendo una relación con una joven que trabajaba en su oficina", dijo.
Joyce es el líder del Partido Nacional, uno de los pilares de la coalición conservadora formada con el Partido Liberal de Turnbull. El primer ministro podría destituir a su número dos pero ello podría debilitar la coalición en el poder.
Turnbull anunció además al parlamento que su vice primer ministro tomará una semana de vacaciones la próxima semana lo que le evitará por consecuente ocuparse de los asuntos corrientes durante la visita de cuatro días del primer ministro a Estados Unidos. Esta pausa permitirá a Joyce "evaluar su propia posición", declaró el primer ministro.
Barnaby reconoció una relación extramatrimonial con Vikki Campion, su exasesora de prensa de 33 años. Su esposa Natalie, de quien se separó tras 24 años de matrimonio, y sus cuatro hijas dijeron estar devastados.
Por consecuente, el código de conducta se modificó para que quede muy claro "que los ministros, sean solteros o casados, no pueden tener relaciones sexuales con sus colaboradores".