El Tribunal Supremo de Reino Unido dictaminó el miércoles que el plan del gobierno para enviar a los solicitantes de asilo a Ruanda era ilegal, asestando un duro golpe a la principal promesa electoral del primer ministro Rishi Sunak en materia de inmigración antes de una votación prevista para el próximo año.
El tribunal rechazó por unanimidad el recurso del gobierno contra una sentencia anterior que establecía que los inmigrantes no podían ser enviados a Ruanda porque no podía considerarse un tercer país seguro.
El plan de Ruanda es el eje central de la política de inmigración de Sunak, que se prepara para enfrentarse a unas elecciones el año que viene, en medio de la preocupación de algunos votantes por el número de solicitantes de asilo que llegan en balsas a las costas británicas.
Al anunciar la decisión del tribunal, su presidente, Robert Reed, declaró que los cinco jueces implicados estaban de acuerdo en que había “razones fundadas para creer que los solicitantes de asilo enviados a Ruanda correrían un riesgo real de devolución”, es decir, de ser devueltos a su país de origen.
No obstante, dejó abierta la posibilidad de que se resucite el plan, al afirmar que “los cambios necesarios para eliminar el riesgo de devolución pueden introducirse en el futuro, pero no se ha demostrado que existan ahora”.
La sentencia supone un duro revés para la promesa de Sunak de detener la llegada sin permiso de inmigrantes a la costa sur de Gran Bretaña en pequeñas embarcaciones procedentes de Europa.