El primer ministro de Perú, Aníbal Torres, criticó este martes la criminalización de las movilizaciones anunciadas en apoyo al presidente del país, Pedro Castillo.
Torres afirmó, durante una reunión con autoridades de la ciudad Tingo María en el centro del país, que convocar a la población para que se movilice para defender el Gobierno de Castillo no debe ser delito, después de las críticas recibidas por su llamada a la población.
“Trabajemos en base a la verdad, no haciendo falsas imputaciones (...). La movilización (parece que) ya es delito. No pues, no lleguemos a extremos”, argumentó el primer ministro, en declaraciones recogidas por los medios locales.
En este sentido, el político ha añadido que no tiene miedo a la censura del Congreso por estas declaraciones en las que pedía “liberar a Perú hablando con la verdad por más que duela”. “¿Por qué nos van a condenar por decir la verdad? ¿Cómo se va a liberar el Perú si no se dice la verdad?”, agregó.
El 11 de agosto, Torres animó a los simpatizantes de Castillo a viajar desde las provincias hasta la capital, Lima, para “poner de rodillas a los golpistas”, refiriéndose a la oposición y el sistema judicial, que tiene varios expedientes abiertos contra el presidente.
“Si ustedes, con esa energía que tienen, con esa voluntad para defender sus intereses, los de sus hijos y de los hijos de sus hijos, con esa voluntad trajeran a Lima 50 personas cada uno, le harían arrodillar a los golpistas. Los obligarían para que tengamos una Constitución que beneficie a todos los peruanos”, aseveró.
La convocatoria de las movilizaciones levantaron las alarmas entre la oposición, quienes han puesto en duda la legalidad de que miembros del Ejecutivo se involucren en los llamados a manifestarse de los peruanos.
Además, la presidenta del Congreso, Lady Camones, solicitó este lunes que se adopten medidas de seguridad para los trabajadores de la Cámara porque “podrían afectar a la integridad de quienes laboran” en ella.