El primer ministro de Sudán, Abdalá Hamdok, anunció este domingo su dimisión en protesta por la muerte de manifestantes en las protestas para exigir la salida del Ejército del poder. Este domingo han muerto al menos tres manifestantes en unas multitudinarias marchas en la capital, Jartum, con lo que son ya 57 los fallecidos en las protestas.
Hamdok reprochó al Ejército que se firmó un acuerdo entre las fuerzas civiles y militares que incluía un compromiso de evitar “el derramamiento de sangre”. “Hemos presentado varias iniciativas que han caído en oídos sordos”, se ha lamentó.
“El ritmo cada vez más acelerado de la división entre las dos partes ha afectado a la eficacia y desempeño del Estado”, explicó, agregando que el hecho de que aceptara el cargo de primer ministro estaba vinculado al cumplimiento del acuerdo y el consenso entre las fuerzas políticas.
“Debemos renunciar a la violencia y la división y creer en la victoria para construir un nuevo Sudán. El futuro del país es un gobierno democrático civil. El pueblo tiene la autoridad final y las fuerzas de seguridad están bajo sus órdenes para mantener su unidad e integridad territorial (...). La revolución avanza hacia su objetivo y la victoria es inevitable”, remarcó.
Hamdok explicó que el gobierno de transición ha afrontado desafíos como el aislamiento internacional, la corrupción y la deuda. Considera sin embargo que se han logrado importantes avances en particular en el ámbito de la pacificación.
“Hemos hecho un esfuerzo para sacar al país del aislamiento internacional y volver a integrarlo en la comunidad internacional”, dijo, y agradeció “a todos los países del mundo que han creído en la revolución sudanesa”.
El discurso televisado fue pronunciado en el 66º aniversario de la independencia de Sudán y en el tercer aniversario de la salida del poder del dictador Omar Hasán al Bashir.
Tres muertos en las protestas
Este domingo el Comité de Médicos de Sudán informó de al menos tres muertos en las manifestaciones en la capital del país, Jartum, para exigir la salida del Ejército del poder y la instauración de un gobierno formado íntegramente por civiles.
Las tres muertes se produjeron en Omdurmán, ciudad gemela de Jartum situada al otro lado del río Nilo Blanco, según informó la organización médica en un comunicado publicado en Facebook.
El primero de los fallecidos recibió un disparo en el pecho y una segunda persona recibió “un violento golpe en la cabeza que le rompió el cráneo”, según esta fuente. El tercer fallecido es un joven de 24 años, muerto por acción de las fuerzas de seguridad.
Las protestas han sucedido en el país desde el golpe de Estado del 25 de octubre, liderado por el jefe del Ejército y presidente del Consejo Soberano de Transición, Abdelfatá al Buhran. La asonada disolvió el Gobierno de Abdalá Hamdok, nombrado a raíz del derrocamiento de Al Bashir en abril de 2019 tras semanas de protestas contra él.
Las presiones internacionales derivaron en un acuerdo para que Hamdok volviera al cargo, si bien parte del Ejecutivo y los principales socios civiles en la coalición han rechazado este pacto y han acusado al primer ministro de mantener negociaciones con los golpistas a pesar de la represión de las protestas contra la asonada, que dejaron decenas de muertos en el país africano.
Las autoridades de transición fueron instauradas tras un acuerdo entre la junta militar anterior, surgida tras el golpe de Estado de 2019, y diversas organizaciones civiles y formaciones políticas opositoras. Este Gobierno había iniciado una batería de reformas sociales y económicas y ha alcanzado un acuerdo de paz con importantes grupos rebeldes de Darfur y otras zonas del país.