El primer ministro de Irak, Adel Abdul Mahdi, anunció este viernes que presentó su carta de renuncia ante el parlamento de ese país, con el fin de los legisladores puedan decidir quién ocupará desde ahora su lugar.
La decisión de la autoridad se da luego de una ola de violenta protestas que dejaron más de 300 muertos y 8.100 heridos, según informó la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas.
En la declaración, el premier explica que tomó la decisión para evitar que Bagdad se convierta en un "baño de sangre" y da luego de que el principal líder religioso chií rechazara públicamente el mandatario de Mahdi, a quien trato de "incompetente" y lo emplazara a dejar el cargo.
"Presentaré un escrito al Parlamento para pedir mi dimisión de la presidencia del Gobierno actual", indicó en una declaración.
Las manifestaciones comenzaron el 1 de octubre a raíz del descontento generalizado de los habitantes del país del Medio Oriente, debido a la falta de empleos, los diversos casos de corrupción, entre otros puntos.