El primer ministro polaco Mateusz Morawiecki salió este miércoles en defensa de San Juan Pablo II, de quien dijo fue un “gran compatriota”, ante las versiones de que sabía de abusos sexuales cometidos por sacerdotes contra menores cuando fue arzobispo de Cracovia y buscó ocultarlo.

Morawiecki -que es católico- dijo en un video publicado en redes sociales que las pruebas mencionadas contra el fallecido pontífice son “muy dudosas”. El premier también denunció que el asunto fue planteado por sectores que pretenden librar una “guerra cultural” contra los polacos y trastornarles sus vidas.

Karol Wojtyla fue arzobispo de Cracovia, en el sur de Polonia, de 1964 a 1978, año en el que pasó a ser el papa Juan Pablo II. El pontífice falleció en 2005 y lo canonizaron en 2014 luego de un proceso rápido.

Morawiecki, cuyo gobierno derechista mantiene estrechos vínculos con la Iglesia católica en Polonia, subrayó el papel del papa en el giro hacia la democracia en su país natal en la década de 1980, el cual inspiraría después a otras naciones comunistas en el centro y el este de Europa.

“La lista de méritos de Juan Pablo II para el mundo y para Polonia es inagotable”, declaró Morawiecki.

“Salgo en defensa de nuestro papa porque sé que le debemos mucho a Juan Pablo II como nación. Quizá le debemos todo”, declaró Morawiecki.

Incluyó en su video citas de discursos del pontífice y también una fotografía del padre de Morawiecki, el disidente de la era comunista Kornel Morawiecki, reunido con Juan Pablo II.

El partido Ley y Justicia, en el poder en Polonia, intenta que el Parlamento apruebe esta semana una resolución en defensa del fallecido pontífice.

En el reporte noticioso difundido el lunes en la noche, TVN24 nombró a tres sacerdotes a quienes el futuro papa movió de parroquia en parroquia o los envió a un claustro durante la década de 1970, incluido uno que fue enviado a Austria, después de que fueron acusados de haber abusado de menores.