Por primera vez el rechazo a Haddad supera al de Bolsonaro en Brasil

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Un partidario de Bolsonaro con una máscara de Trump durante una convención en Río de Janeiro. Foto: Reuters

La imagen negativa del candidato petista pasó de 29% en septiembre a 47% tras la primera vuelta, según Ibope. A su vez, el candidato ultraderechista ha visto disminuido su rechazo, que pasó de 42% a 35%.


La campaña del petista Fernando Haddad va cuesta arriba y la dinámica de la contienda electoral, con miras a la segunda vuelta del 28 de octubre, está siendo completamente favorable a Jair Bolsonaro. El candidato ultraderechista no sólo está 18 puntos arriba de su rival del Partido de los Trabajadores (PT), sino que por primera vez el porcentaje de rechazo que tiene Haddad supera al de Bolsonaro: 47% y 35%, respectivamente, según Ibope.

En todas las encuestas anteriores a la primera vuelta -en las que Bolsonaro se impuso con un 46% frente al 29% de su contendor- el rechazo a la figura de Haddad era muy inferior respecto de la del excapitán de Ejército. Pero ahora, prácticamente cinco de cada 10 brasileños rechaza al abanderado del partido de Lula, lo que da cuenta que un factor clave de estos comicios es el antipetismo. En septiembre, una encuesta Ibope situó el rechazo a Haddad en un 29% y el de Bolsonaro en un 42%.

De acuerdo con los analistas brasileños, por más que Haddad insista en que Bolsonaro supuestamente representa un riesgo para la democracia o que critique su mensaje homofóbico, racista y misógino, esto ya no le dio resultado. De hecho, según la encuestadora Ibope, el candidato de la ultraderecha ganaría con un 59% frente al 41% de Haddad.

De esta manera, el principal rival del exalcalde de Sao Paulo ya no sería Bolsonaro, sino que el rechazo a su propia figura. A esto se suma la dificultad del candidato petista para forjar alianzas, para separarse de la figura de Lula y Dilma Rousseff, para plantearse como un abanderado con propuestas nuevas y para concretar una narrativa distinta. A su vez, Bolsonaro prácticamente ya no necesita hacer campaña, porque ya habría logrado, según los sondeos, los votos necesarios para alcanzar la Presidencia.

A favor de Bolsonaro se suma también el alto rechazo de los brasileños al PT, tanto por el descalabro que provocó a la economía brasileña, como por los casos de corrupción. Para la mayoría, ya no es suficiente el mayor logro de la gestión de Lula: el haber sacado a 28 millones de brasileños de la pobreza. Además, la FAO calcula que Brasil terminó con el 75% de la pobreza extrema entre 2001 y 2012. El problema es que a partir de 2016 todos estos índices comenzaron a revertirse.

Pero hay incluso más malas noticias para Haddad. Con excepción de los comicios de 1994 y 1998 -en los que Fernando Henrique Cardoso se impuso sin necesidad de segunda vuelta- en todas las elecciones desde 1989 en adelante el ganador de la primera vuelta terminó imponiéndose en el balotaje.

También, nunca antes un candidato había provocado tanto rechazo como Haddad, aunque en este caso la molestia tiene que ver más con el PT que con el perfil del candidato petista.

En los comicios de 1989, Fernando Collor de Mello fue electo con un 30% de imagen negativa; en 2002 Lula tenía un 32% de rechazo y en 2010 Dilma un 30%. Es decir, la imagen negativa de todos estos candidatos ganadores nunca se encumbró por encima del 40%, como ocurre con el caso de Haddad.

Otro elemento que ha jugado un importante rol en esta campaña han sido las fake news. Según la Agência Lupa, que se define como "la primera especializada en fact-checking de Brasil", las 10 noticias falsas más populares en Facebook durante la primera vuelta recibieron 865 mil "compartir". La semana pasada, el Tribunal Supremo Electoral ordenó el retiro a 33 enlaces con fake news contra Haddad.

Precisamente, la contienda actual se ha concentrado en redes sociales, ya que Bolsonaro aún se encuentra convaleciente tras ser apuñalado el 6 de septiembre. Y esto beneficia mucho más al candidato ultraderechista que a Haddad.

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