Los abogados del príncipe Andrés pidieron ayer que sea desestimada la demanda por “agresión sexual” que una estadounidense presentó en Nueva York por hechos que habrían ocurrido cuando ella era menor de edad, pues la acusadora “renunció a sus derechos” en un acuerdo de confidencialidad.

Los defensores del príncipe se apoyan en un acuerdo de restitución y exoneración firmado en 2009 entre la demandante, Virginia Giuffre, y Jeffrey Epstein, el financiero que se suicidó en 2019 en prisión cuando esperaba su juicio por delitos sexuales. Los abogados argumentan que el acuerdo también “protege” a otros “potenciales acusados” del círculo de Epstein, incluido el hijo de la reina Isabel II.

Giuffre “renunció a sus derechos para presentar una demanda contra ellos cuando firmó el acuerdo de 2009 y aceptó el dinero de Epstein”, argumentó uno de ellos, Andrew Brettler, en una audiencia por teleconferencia en el tribunal federal de Manhattan, que lleva el caso.

La audiencia se produjo el día después de que se hiciera público un documento previamente confidencial de 12 páginas en el que se revelaban los términos de un acuerdo de resolución por US$ 500.000 entre Epstein y Giuffre, de 2009.

El príncipe Andrés junto a Jeffrey Epstein.

Se espera que los abogados del príncipe argumenten que el acuerdo significa que Giuffre ha renunciado a cualquier derecho a demandar a cualquier persona relacionada con Epstein que pudiera describirse como un “acusado potencial”.

El acuerdo, que se relaciona con un caso del estado de Florida en el que el príncipe no era parte, establece que Giuffre acordó “liberar, absolver, satisfacer y despedir para siempre” a Epstein y a “cualquier otra persona o entidad” que pudiera haber sido incluida como acusado potencial.

Aunque el documento no menciona a Andrés por su nombre, Andrew B. Brettler, quien representa al príncipe, ha dicho que el acuerdo debería poner fin a la demanda. Brettler le dijo anteriormente a la corte de Nueva York que el acuerdo “libera al príncipe Andrés y a otros de cualquier supuesta responsabilidad que surja de las denuncias que la señora Giuffre afirmó contra el príncipe Andrés aquí”.

Sin embargo, el abogado de Giuffre, David Boies, argumentó que el acuerdo era “irrelevante para el caso contra el príncipe Andrés”.

En su denuncia civil, presentada en agosto, Giuffre, de 38 años, afirma que el príncipe la “agredió sexualmente” en tres ocasiones en 2001 -cuando ella tenía 17 años y se llamaba Virginia Roberts- en Londres, en Nueva York y en las Islas Vírgenes, en Estados Unidos. En esos lugares tenían residencias dos amigos del príncipe Andrés involucrados en escándalos sexuales, el multimillonario estadounidense Epstein y la británica Ghislaine Maxwell.

Epstein, que tenía 66 años, murió en espera de su juicio en una prisión de Manhattan en 2019, en lo que un forense dictaminó como suicidio, tras ser acusado de tráfico sexual de menores.

Maxwell, quien le presentó el príncipe Andrés a Epstein a inicios de los años 90, se enfrenta a decenas de años de cárcel tras ser declarada culpable por un jurado de Nueva York de cinco de los seis cargos en su contra, tras un juicio de alto perfil y muy mediático.

La reina Isabel II, el príncipe Felipe de Edimburgo y sus hijos posan para una foto en el césped del Castillo de Balmoral, en Escocia, en septiembre de 1960. Foto: AP

El príncipe, de 61 años, niega “categóricamente” haber agredido a Virginia Roberts en aquella época y asegura que no se acuerda de ella. Numerosas fotografías, muy divulgadas, dan cuenta de la cercanía entre Andrés, Epstein, Maxwell y Giuffre. Sobre todo, una imagen de 2000, en la que aparecen los tres primeros durante una partida de caza en el este de Inglaterra. Otra foto muestra al príncipe Andrés y a Giuffre tomados por la cintura, sonriendo, con Maxwell al fondo.

En noviembre de 2019, Andrés trató de defenderse en una entrevista televisada con la BBC que se convirtió en un verdadero fiasco. El príncipe, noveno en el orden de sucesión al trono británico, se mostró arrogante y carente de compasión por las presuntas víctimas de Epstein. Explicó que el financiero le había permitido conocer a gente interesante y juzgó simplemente “inapropiado” el comportamiento de su amigo. La entrevista provocó tal polémica que lo llevó a anunciar aquel año que se retiraba de la vida pública, una decisión humillante y rarísima para un miembro de la familia real.

Esta audiencia se produce una semana después de que la examiga de Andrés, Ghislaine Maxwell, de 60 años, novia de Epstein en algún momento, fuera condenada por cargos relacionados con el reclutamiento y tráfico de niñas adolescentes para que el financiero las abusara sexualmente. Los abogados de Maxwell, quien enfrenta una larga sentencia de prisión, planean apelar.

El juez Lewis Kaplan dijo que decidirá “muy pronto” si el caso civil de agresión sexual contra el duque de York será desestimado, pero se negó a decir exactamente cuándo.

Los abogados de Giuffre han solicitado documentos como parte de su litigio, como la prueba de la afirmación de Andrés de que no puede sudar. La mujer ha afirmado que el duque estaba “sudando profusamente” en una discoteca de Londres una noche en la que ella alega que tuvieron relaciones sexuales. El príncipe dijo en su entrevista de Newsnight que la acusación no podía ser cierta, “porque tengo una condición médica peculiar que es que no sudo o no sudo en ese momento”.

El abogado David Boies llega con su cliente Virginia Giuffre a una audiencia en el caso penal contra Jeffrey Epstein. Foto: Reuters

El príncipe también sostuvo que el día citado por Giuffre llevó a su hija Beatrice a una fiesta infantil a última hora de la tarde en un restaurante Pizza Express en Woking, Surrey. Después de eso, dijo, estuvo en casa con sus hijos toda la noche.

Valiente militar

Nacido el 19 de febrero de 1960, durante años el tercer hijo de la reina Isabel II y el duque de Edimburgo fue visto como un playboy o un valiente militar. De hecho, fue considerado héroe de la guerra de las Malvinas (1982), en la que luchó a los 22 años como piloto de helicóptero.

En su juventud, Andrés fue uno de los solteros más codiciados y multiplicó sus conquistas antes de casarse, en 1986, con Sarah Ferguson. La reina le concedió el título de duque de York y la pareja tuvo dos hijas, las princesas Beatriz (1988) y Eugenia (1990), pero el matrimonio no duró.

A pesar de su divorcio, en 1996, Andrés y Sarah afirmaron ser siempre “los mejores amigos del mundo” y la duquesa recientemente salió en su defensa.

Después de 22 años en la Armada, el duque de York se convirtió en el representante especial de Reino Unido para el comercio internacional, pero fue sumamente criticado por sus elevados gastos a expensas de los contribuyentes.

Sus relaciones con el yerno del expresidente tunecino Ben Ali, así como con el hijo del difunto líder libio Muammar Gaddafi y con un sulfuroso multimillonario kazajo ya eran vistas con malos ojos, pero en 2011 salieron a la luz sus vínculos con Epstein, condenado en 2008 por conducir a las niñas a prostituirse.