Desde el sonido de los cascos de los caballos el día del funeral de la princesa Diana hasta las persecuciones de los paparazzi cuando era un niño en la parte trasera del auto, el príncipe Enrique todavía se siente atormentado por el trauma de perder a su madre.
En declaraciones sobre cómo por más de una década no pudo lidiar con su pérdida, Enrique declara en una serie documental de televisión que el miedo de perder también a su esposa Meghan fue una de las razones por las que la pareja renunció a sus deberes reales y se mudó a California el año pasado.
“Mi madre fue acosada hasta su muerte cuando estaba en una relación con alguien que no era blanco, y ahora mira lo que pasó. ¿Estamos hablando de que la historia se repite? No se detendrán hasta que ella muera”, dice Enrique en la serie documental de salud mental “The Me You Can’t See” (“El yo que no puedes ver”).
“Es increíblemente desencadenante la posibilidad de perder a otra mujer en mi vida”, agregó, refiriéndose a Meghan. La serie, que el príncipe produce junto a la presentadora de programas de entrevistas estadounidense Oprah Winfrey, se lanza el viernes en Apple TV+.
La princesa Diana murió en 1997 a los 36 años en un accidente automovilístico en París después de que el auto en el que viajaba con su novio, el egipcio Dodi Fayed, fuera perseguido por paparazzi. Enrique tenía 12 años.
Enrique, cuya esposa estadounidense es birracial, se refirió a reportes racistas en la prensa británica sobre Meghan, así como de abusos en las redes sociales. Meghan dijo que su experiencia en Gran Bretaña la llevó a tener pensamientos suicidas cuando estaba embarazada de su primer hijo, Archie.
En el documental, Enrique recordó caminar detrás del ataúd de Diana por las calles de Londres con su hermano Guillermo, su padre, el príncipe Carlos, y su tío Charles Spencer.
“Lo que más recuerdo es el sonido de los cascos de los caballos”, dijo. “Era como si estuviera fuera de mi cuerpo, simplemente caminando, haciendo lo que se esperaba de mí, mostrando una décima parte de la emoción que todos mostraban”, agregó.
Años antes, recordó estar sentado en la parte trasera del auto de su madre mientras ella, llorando, era perseguida por fotógrafos.
“Uno de los sentimientos que siempre me surge es el desamparo. Ser un chico y ser demasiado joven para ayudar a una mujer, en este caso a tu madre, y eso pasaba todos los días”, afirmó.
Enrique dijo que enterró sus sentimientos, pero bebió mucho y sufrió ataques de pánico y ansiedad a los 20 años y que todavía le aterran las cámaras.
Aún ahora, a los 36 años, dijo que volver a Londres lo hace sentir tenso y perseguido.