Protesta de jubilados en Argentina termina con 150 manifestantes detenidos y decenas de heridos

Una marcha convocada por jubilados argentinos, a la que se sumaron hinchas de distintos equipos de fútbol y movimientos políticos opositores al gobierno de Milei, terminaron esta noche en Buenos Aires con unos 150 detenidos, además de decenas de heridos entre los manifestantes y la policía.

Los incidentes se desarrollaron en las inmediaciones del Congreso de ese país, donde se originaron violentos enfrentamientos luego que un masivo operativo de las fuerzas de seguridad trató de disolver la protesta con gases y balas de goma.

Entre los heridos se contó a una jubilada de 87 años, llamada Beatriz Bianco, herida de consideración tras haber golpeado la cabeza contra el piso, como consecuencia de un empujón que le propinó un efectivo policial y un fotógrafo que recibió el impacto de una cápsula de gas lacrimógeno en el cráneo, y quien luchaba por su vida esta noche en el hospital bonaerense Ramos Mejía.

En las cercanías de la plaza del Congreso, un vehículo policial fue quemado, una acción que los manifestantes repitieron con mobiliario urbano y contenedores de basura.

La participación de barrabravas en la manifestación de los jubilados tornó más violenta la jornada de protesta, la que además fue reprimida por más de mil efectivos policial, desembocando en una inédita cantidad de detenidos para una manifestación callejera.

La manifestación fue seguida por la ministra de Seguridad trasandina , Patricia Bullrich, quien aseguró que “lo de hoy es de una gravedad inigualable. Muchas de las personas que vinieron a esta marcha, barras, agrupaciones de izquierda, miembros de agrupaciones kirchneristas, distinta gente que se nuclea políticamente para voltear al gobierno, vinieron preparados para matar”, dijo al diario local La Nación.

La ministra aseguró que las fuerzas de seguridad que participaron del operativo para blindar el Congreso hallaron registros que indicaban que los desmanes se habían planeado con anterioridad. “Nosotros secuestramos armas de fuego, armas blancas, todo tipo de miguelitos para pinchar los neumáticos de los patrulleros y motos”, indicó.

Bullrich agregó que “tenemos todos los papeles que decían dónde se iban a organizar, que tenían que repeler a la policía con botellas y piedras. Tenían un objetivo muy claro. Lo mismo que pasó afuera en la calle pasó adentro en el Congreso”.

“Nosotros no nos distrajimos ni un minuto del operativo. Estaban todas las fuerzas federales para ayudarnos en las detenciones, incluida la Policía de la Ciudad y el Servicio Penitenciario. Teníamos una cantidad de efectivos muy importante, pero trajeron un gran nivel de barrabravas, lúmpenes, de cualquier cosa. Seguramente muchos de ellos tenían antecedentes penales”, precisó.

Pasadas las 18 horas, la plaza del Congreso había quedado prácticamente despejada y los enfrentamientos se trasladaron a las calles laterales. Unos pocos manifestantes intentaron llegar a la Plaza de Mayo.

Las autoridades sanitarias informaron que producto del “enfrentamiento entre manifestantes y las fuerzas de seguridad, seis personas debieron ser trasladadas a diferentes hospitales” de la capital argentina. Mientras que el Ministerio de Seguridad detalló que las fuerzas de seguridad reportaron 17 heridos entre sus efectivos. Además, afirmó que “se incautaron dos armas de fuego de tipo tumbera, dos cartuchos de escopeta calibre 12 y un arma blanca, un cuchillo de tipo carnicero”.

Por su parte, el gobierno de la ciudad de Buenos Aires, que encabeza Jorge Macri, estimó que el costo para reparar el mobiliario destruido en la movilización ronda los $275 millones.

Al caer la noche, en diversos barrios porteños se escucharon “cacerolazos” motivados por las noticias de la “represión policial” en las inmediaciones del Congreso.