Tras dos semanas de protestas y violencia callejera que dejaron al menos 21 fallecidos en toda la India, miles de personas se sumaron este lunes a una jornada de no violencia para expresar una vez más su repulsa a la controvertida enmienda a Ley de ciudadanía considerada antimusulmana. 

Por primera vez desde que la enmienda legal fue presentada ante el Parlamento indio, los principales líderes del opositor Partido del Congreso, de la dinastía Nehru-Gandhi, lideraron las manifestaciones contra la controvertida norma. 

La líder opositora y presidenta del Partido del Congreso, Sonia Gandhi, sus hijos Priyanka y Rahul Gandhi y el ex primer ministro Manmohan Singh, así como otras decenas de dirigentes de la formación, protagonizaron una protesta pacífica en el memorial de Rajghat, lugar en el que murió el "mahatma" Gandhi en Nueva Delhi.

Allí organizaron un Satyagraha, un tipo de desobediencia civil que rechaza la violencia, fundado por el padre de la nación y que condujo a la independencia de la India del Imperio británico en 1947.

Los líderes políticos leyeron una y otra vez el preámbulo de la Carta Magna india, en el que el país se constituye como una "República democrática secular" y en el que asegura, entre otras, la libertad de creencia y la igualdad de estatus y de oportunidades para todos los indios.  

La enmienda legal, presentada, debatida y aprobada en tres días por ambas cámaras legislativas, permite acceder a la ciudadanía india a los inmigrantes miembros de minorías religiosas, excepto musulmanes, procedentes de los vecinos Afganistán, Pakistán y Bangladesh. 

Aunque el primer ministro, el nacionalista hindú Narendra Modi, aseguró recientemente que ningún musulmán indio debe preocuparse por sus derechos, los ánimos de los contrarios a la ley no se rebajaron y volvieron a llenar las calles del país una jornada más, aunque esta vez de forma pacífica.

En Bangalore, la capital del sureño estado de Karnataka, miles de musulmanes realizaron una sentada a lo largo de una de las avenidas de la ciudad mientras ondeaban banderas y pancartas contrarias a la enmienda legal.

Otras manifestaciones igualmente pacíficas se registraron en la ciudad costera de Chennai, en el estado de Tamil Nadu (suroeste), y en Calcuta, la capital de Bengala Occidental, en ambos casos lideradas por los respectivos gobernadores estatales.

También se produjeron protestas en la localidad de Guwahati, en el estado nororiental de Assam, fronterizo con Bangaldesh, donde las manifestaciones tienen un cariz antiinmigrantes, independientemente de la religión, ya que mucha gente teme que el asentamiento de inmigrantes extranjeros provoque un cambio demográfico.

Manifestaciones a favor de la ley

También este lunes, los partidarios del partido gobernante Bharatiya Janata Party (BJP), salieron asimismo a las calles en ciudades como Calcuta para apoyar la ley que, según sus promotores, busca dar derechos a las minorías religiosas perseguidas en los países vecinos de mayoría musulmana y que solo pueden huir a la India.

Las manifestaciones en favor de la norma comenzaron este domingo, cuando Modi salió a defender públicamente la ley de ciudadanía ante miles de acólitos en la capital del país asiático, por primera vez desde que comenzaron las protestas diarias hace dos semanas y que en muchos casos acabaron en violentos choques con las fuerzas de seguridad.

La violencia de estas manifestaciones ha dejado al menos 21 muertos en cerca de una decena de ciudades, entre ellos un niño de 8 años, en las últimas dos semanas, además de centenares de heridos y miles de detenidos, de acuerdo a las informaciones confirmadas por las autoridades locales.