Con al menos 33 muertos, hoy se vivió la jornada más sangrienta desde el inicio de las protestas en Bagdad la semana pasada, las cuales se han extendido a otras ciudades del sur de Irak. Miles de personas han salido a las calles para manifestar su descontento por la alta tasa de desempleo juvenil, las carencias en los servicios públicos y la corrupción crónica que afecta al país.
A raíz de las protestas, el gobierno impuso un toque de queda indefinido la noche del miércoles, que se aplicó a todos menos quienes viajaban desde y hacia el aeropuerto de la capital iraquí, ambulancias y peregrinos religiosos. Además, las fuerzas de seguridad bloquearon los principales puentes y carreteras. También se limitó el acceso a internet, lo que hace más difícil la organización de protestas a través de redes sociales. De hecho, aproximadamente el 75% de Irak está desconectado, según NetBlocks.
A pesar de las medidas tomadas por el gobierno, varias decenas de manifestantes llegaron hoy a la plaza Tahrir de Bagdad, que ha sido foco de los últimos disturbios. Sin embargo, fueron dispersados por la policía con gases lacrimógenos y disparos al aire.
[caption id="attachment_846721" align="alignnone" width="600"]
Manifestantes israelíes corren para cubrirse de los gases lacrimógenos lanzados por la policía durante una protesta en la plaza al-Tahrir el 1 de octubre en el centro de Bagdad. Foto: EFE[/caption]
Las protestas, que no parecen tener un liderazgo definido ni contar con el apoyo de ningún partido político, son las más grandes desde que Adil Abdul-Mahdi se convirtió en primer ministro, en octubre del año pasado. El martes, el político iraquí se refirió a la situación a través de una publicación en Facebook. "Nuestras prioridades estaban y seguirán centradas en proporcionar soluciones realistas radicales a muchos de los problemas acumulados durante décadas", señaló en el comunicado.
Anoche se escucharon explosiones en la zona fortificada de Bagdad, donde están ubicadas las oficinas gubernamentales y embajadas extranjeras. La coalición que lucha contra el Estado Islámico en Irak, liderada por EE.UU., aseguró que ninguna de las instalaciones había sido dañada y que la policía iraquí estaba investigando las explosiones.
[caption id="attachment_846738" align="alignnone" width="600"]
Manifestantes antigobierno queman un vehículo blindado perteneciente a la policía durante una protesta en Bagdad el 3 de octubre. Foto: AP[/caption]
La misma noche, en el sur de Irak, siete manifestantes y un policía murieron en Nasiriya, mientras que cuatro civiles fallecieron en Amara. Al mismo tiempo, un grupo de pistoleros enmascarados mató a tiros a un conocido activista y su esposa en la ciudad sureña de Basora. Aún no está claro quién estuvo detrás del ataque.
Esta no es la primera vez que protestas de este tipo ocurren en Irak. El año pasado, Basora atravesó por semanas de manifestaciones debido a la poca seguridad del agua potable, la escasez de energía, el desempleo y la corrupción. En esa oportunidad, incluso se incendiaron oficinas gubernamentales.