Pese a sufrir una nueva derrota judicial ante la Corte Suprema, que el jueves negó en forma unánime su excarcelación, el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva reafirmó su candidatura para las elecciones de octubre en una carta enviada al Partido de los Trabajadores (PT).
"Mis acusadores saben que soy inocente, mis abogados saben que soy inocente, la mayoría del pueblo sabe que soy inocente. Si aceptara la idea de no ser candidato, estaré asumiendo que cometí un delito", señala Lula en la misiva, según reveló hoy la columnista el diario Folha de Sao Paulo, Mônica Bergamo.
La carta, de acuerdo con el periódico paulista, "sorprendió" y "desanimó" a los líderes del PT, que defendían la discusión de planes alternativos a la candidatura del ex mandatario, condenado a 12 años y un mes de prisión por corrupción y lavado de dinero en la causa Lava Jato.
Dentro del PT hay divergencias que ya nadie niega en conversaciones reservadas, consigna Ansa. Y estas tienen que ver con la decisión de insistir en la candidatura de Lula. Un grupo, encabezado por la titular del PT, Gleisi Hoffmann, se alineó con el exmandatario en la defensa intransigente de su candidatura. Otro sector, en el que milita el exgobernador de Bahía Jaques Wagner, prefiere una posición más flexible, que contemple un "plan B", en el que se barajaría un eventual sustituto de Lula para disputar las elecciones.
Con todo, el PT discute anunciar ahora o no un candidato a vicepresidente, que, ante la ausencia de Lula, sería el encargado de participar en actos y debates, según informó hoy el diario O Globo.
En esa línea, el PT presentó un recurso ante el Tribunal Superior Electoral (TSE), en el que pide que al menos un representante de Lula sea incluido por los medios de comunicación en sus entrevistas y debates entre candidatos, pues "es" el abanderado de esa formación. Sin embargo, el ministro del TSE, Og Fernandes, negó el pedido del partido, informó hoy O Globo.
El problema del anuncio inmediato de un precandidato a vicepresidente, destacó el diario carioca, es que el PT "estaría tirando la toalla en la búsqueda de alianzas y oficializando el aislamiento de la candidatura de Lula".
El nombre más cotizado para el puesto, según o Globo, es el del excanciller Celso Amorim. Otra opción sería designar al exministro Jaques Wagner o al exalcalde Fernando Haddad, los dos citados hasta ahora como "plan B" para la disputa presidencial.
Según las encuestas de intención de voto, Lula es el candidato favorito, con un 31% de apoyos, muy por delante de sus rivales, el diputado ultraderechista Jair Bolsonaro, del Partido Social Liberal, con 15%; la ecologista Marina Silva, de la Red Sustentabilidad, con 10%; el exogobernador de Sao Paulo Geraldo Alckmin, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), con 6%; y el exgobernador de Ceará Ciro Gomes, del Partido Democrático Laborista, con 5%.