"No me conformo con haber sido condenado y estar en la Ficha Limpia por un delito que no existió. Los Tribunales Superiores, que podrían reparar la injusticia juzgando el mérito antes de las elecciones, no rigen la votación. ¿Van a juzgar cuando ya haya sido alejado del proceso electoral?". Con ese sentido mensaje en su cuenta de Twitter, el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva reiteró hoy su desazón con la decisión adoptada el viernes por el Tribunal Superior Electoral (TSE), que vetó su candidatura presidencial para las elecciones de octubre.

Si bien en la misma red social Lula recordó poco después que sus abogados presentaron el lunes un recurso ante el Comité de Derechos Humanos de la ONU para que Brasil le garantice la posibilidad de disputar las elecciones, el Partido de los Trabajadores (PT) ya estaría preparando el retiro de su candidatura para cumplir con el plazo de 10 días dado por la justicia electoral para su sustitución, según informó hoy el diario Folha de Sao Paulo.

"Según petistas, Lula ha admitido, muy a regañadientes, la posibilidad de su sustitución el día 11 aunque sea acogido, con carácter preliminar, un recurso presentado por el partido al Supremo Tribunal Federal (STF) por la mantención de su candidatura", aseguró el periódico paulista. La idea es que el actual compañero de fórmula de Lula, el exalcalde de Sao Paulo Fernando Haddad, sea anunciado como el nuevo candidato presidencial del PT durante un acto en apoyo al exmandatario.

El complejo escenario electoral del PT habría sido debatido la noche del lunes, durante la reunión del consejo político de la campaña. Allí, según informa Folha, el abogado de Lula, Luiz Fernando Casagrande Pereira, alertó sobre el riesgo de la pérdida del registro de la candidatura petista, en el caso de que el recurso sea acogido por el STF, pero el plenario lo rechace después del 17 de septiembre, que es la fecha fatal para el intercambio de candidatos.

Tras reunirse con Lula, Pereira conversó con los integrantes del consejo político de la campaña, instancia en la que les explicó que el registro de la fórmula será anulado si la candidatura de Haddad no es oficializada antes de esa fecha.

A nivel profesional, Pereira tiene clara su tarea como defensor de Lula. "Tengo un mandato del expresidente y él me mandó apelar hasta cuando sea posible", dijo a Folha. Sin embargo, el abogado cree que la eventual nominación de Haddad es una "decisión política".

Al respecto, en la coalición "El pueblo feliz de nuevo", conformada por el PT, el Partido Comunista de Brasil (PCdoB) y el Partido Republicano del Orden Social (Pros), ya han surgido voces manifestando preocupación por los plazos para sustituir al candidato.

Es el caso del vicepresidente nacional del PCdoB, Walter Sorrentino, quien también alertó sobre la amenaza de que el electorado de Lula se disperse antes de que Haddad sea presentado como su sucesor. "La elección no está definida, pero es necesario atreverse a vencer. Con la fuerza de Lula, y con (la fórmula) Haddad-Manuela (D'Ávila, del PCdoB) el camino está puesto (…). La estrategia de nuestra victoria corre contra el tiempo, pero cuenta con la transferencia de votos de Lula si, al final, fuera impedida de hecho la candidatura tras los últimos recursos jurídicos. El plazo fatal es el 11 de septiembre", escribió Sorrentino en su página web.

A juicio del columnista brasileño Luis Nassif, la defensa de Lula "tiene recursos" aún disponibles. Sin embargo, admite que "más probablemente el PT deberá nominar a Haddad para comenzar luego la campaña", según dijo a La Tercera.

Y es que el tiempo juega en contra de la coalición del PT. Según Andréia Sadi, columnista del portal G1 de Globo, Haddad y sus aliados "temen el impacto real de la transferencia de votos".

"Afirman, en la cúpula petista, que si la candidatura de Lula dejara de existir en el discurso el día 11 de septiembre (...), el partido tendrá cerca de 10 programas en la televisión para trabajar la transferencia de votos", escribió Sadi.

Pero Merval Pereira, columnista de O Globo, apunta a la estrategia del expresidente. "Lula está convencido de que cuanto más tiempo logre mantener la disputa jurídica en los tribunales superiores, más protagonizará la escena electoral, haciendo secundaria la transferencia de votos a Haddad".

Con todo, Haddad enfrenta un desafío adicional. Hoy el Ministerio Público de Sao Paulo lo acusó por corrupción en base a una confesión realizada por el empresario Ricardo Pessoa, expresidente de UTC Ingeniería. Según la denuncia, la constructora habría pagado una deuda de cerca de US$ 626.500 de la campaña de Haddad en 2012, en la que el político disputaba la alcaldía de Sao Paulo.

Aunque la Fiscalía ya denunció en agosto a Haddad por enriquecimiento ilícito en el marco de la misma investigación, su candidatura no corre peligro de ser bloqueada, ya que sería prácticamente imposible tener un juicio antes de las elecciones, consigna Reuters.