El presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció este domingo, Día Nacional de la Marina rusa, una nueva doctrina estratégica naval que intensificará las actividades de sus barcos en los mares Negro, de Azov, así como en el océano Ártico, entre otros; y por la que serán incorporados misiles hipersónicos de última generación en algunos buques de guerra.

La nueva doctrina fue específicamente concebida ante la “amenaza para Rusia” que representan “los planes de Estados Unidos para dominar los océanos y las líneas de transporte marítimo”, según el documento, recogido por la agencia de noticias rusa Interfax.

Para empezar, Rusia incrementará la seguridad en las aguas adyacentes a la Federación Rusa, incluido el mar de Azov y el mar Negro -con especial intensidad en ambos, donde Rusia quiere desarrollar un “fortalecimiento integral de su posición”- así como en el Mediterráneo oriental y los estrechos del mar Negro, Báltico y las islas Kuriles.

Rusia también planea intensificar las actividades marítimas en el Ártico para incrementar su capacidad para responder a “la actividad militar de estados extranjeros en las aguas de la Ruta del Mar del Norte”.

El documento también prevé la expansión de la infraestructura militar en la península de Crimea, incorporada a Rusia, así como la construcción de nuevos portaaviones y un sistema para la incorporación del misil hipersónico Zirkon de última generación, que entrará en servicio instalado en la fragata ‘Almirante Gorshkov’.

La doctrina reconoce además la falta de bases rusas en el exterior como una debilidad estratégica, de ahí que “la Federación Rusa planea construir nuevos puntos para dar servicio a la Marina en la región de Asia-Pacífico y el mar Mediterráneo”.

En otras zonas menos importantes para Rusia, la nueva doctrina naval recomendará a la Marina que emplee “ante todo, instrumentos políticos y legales, mecanismos de diplomacia y otros métodos no violentos”.