En una ceremonia denunciada por Ucrania como un “espectáculo de los horrores del Kremlin”, el presidente ruso Vladimir Putin proclamará el viernes la anexión de cuatro regiones ucranianas, intensificando su guerra de siete meses y llevándola a una nueva fase imprevisible.

Putin presidirá la firma de un tratado sobre “la entrada de nuevos territorios en la Federación Rusa”, tres días después de la finalización de los referendos montados apresuradamente en los que los apoderados de Moscú en las regiones ocupadas reclamaron mayorías de hasta el 99% a favor de unirse a Rusia.

Ucrania y los gobiernos occidentales calificaron esas votaciones de falsas, ilegítimas y realizadas a punta de pistola. “Los falsos referendos del Kremlin son un esfuerzo inútil para enmascarar lo que equivale a un nuevo intento de apropiación de tierras en Ucrania”, dijo este jueves el secretario de Estado estadounidense Antony Blinken.

Moscú dice que la gente eligió libremente regresar a su “patria histórica”.

La ceremonia -ocho años después de que Rusia arrebatara Crimea a Ucrania tras una invasión proseguida de una votación similar- tendrá lugar a las 15:00 horas (1200 GMT) en el Salón de San Jorge del Gran Palacio del Kremlin, con columnas, donde placas de mármol grabadas en oro conmemoran a los héroes militares rusos.

Sin embargo, a pesar del escenario triunfal, la anexión de las regiones de Donetsk, Luhansk, Zaporiyia y Jersón llega en un momento complicado para Putin.

Después de meses de una guerra de desgaste, Ucrania tomó la delantera este mes al derrotar al ejército ruso en la región nororiental de Járkov.

La semana pasada, Putin declaró una impopular movilización parcial, lo que provocó la huida del país de miles de hombres en edad de combatir. Incluso aliados incondicionales del Kremlin han criticado el carácter caótico de la convocatoria, y el propio Putin dijo el jueves que “todos los errores deben ser corregidos”.

Amenaza nuclear

Aunque tiene la gran mayoría de las regiones de Luhansk y Jersón, Rusia sólo controla el 60% de Donetsk y el 70% de Zaporiyia, donde los combates se han desatado cerca de la mayor central nuclear de Europa.

Las apresuradas anexiones significan que las líneas del frente atravesarán ahora un territorio que Rusia declara como propio, y que Putin ha dicho que está dispuesto a defender con armas nucleares si es necesario.

Algunos políticos occidentales lo calificaron de farol, algo que Putin negó explícitamente. Estados Unidos dice haber advertido a Rusia de las consecuencias catastróficas que tendría el uso de armas nucleares.

El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, dijo que si Moscú procedía, no tendría “ningún valor legal y merece ser condenado”.