El Presidente ruso Vladimir Putin promulgó el viernes una ley que prohíbe a quienes colaboran con organizaciones “extremistas” participar en las elecciones, una medida criticada por la oposición, que la entiende como una herramienta para acallarla antes de las legislativas de septiembre.

La ley fue aprobada en mayo por los diputados y el miércoles por los senadores antes de que Putin le diera el visto bueno definitivo, según el documento publicado en la página oficial de las leyes rusas.

Esta nueva ley es vista por los críticos del gobierno como una nueva herramienta para silenciar a los partidarios del opositor encarcelado Alexéi Navalny.

La fiscalía ha pedido al poder judicial que clasifique a las organizaciones de Navalny como “extremistas” porque pretenden “desestabilizar la situación social” en Rusia.

Hay pocas dudas sobre dónde terminará este proceso, visto que la red de oficinas regionales del activista ya ha sido clasificada de “extremista” por los servicios financieros reguladores.

El equipo de Navalny ha denunciado el empeño del Kremlin de neutralizar su movimiento y de acallarlo antes de las elecciones del 19 de septiembre, en un momento en que el partido en el poder, Rusia Unida, cae en los sondeos de intención de voto, pese a la popularidad de Putin. Su declive se debe fundamentalmente a la situación financiera complicada y a los múltiples escándalos de corrupción.

Navalny fue encarcelado a su regreso a Rusia en enero, tras meses de recuperación por un envenenamiento del que culpa al Kremlin.

Entonces fue condenado a dos años y medio de prisión en un caso que se remonta a 2014 y que él denuncia como político.

En abril hizo una huelga de hambre de 24 días para protestar por sus condiciones en una colonia penal al noreste de Moscú.