El primer ministro de Qatar, Abdulrahman bin Jasim al Thani, ha recalcado este martes que la ofensiva del Ejército de Israel contra la ciudad de Rafah, en la frontera entre la Franja de Gaza y Egipto, ha supuesto “un paso atrás” en las negociaciones para intentar alcanzar un alto al fuego entre el Gobierno israelí y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
“Desafortunadamente, las cosas no han avanzado en la dirección correcta y ahora mismo estamos en un estado cercano al estancamiento”, ha dicho, antes de incidir en que “lo que ha pasado en Rafah ha sido un paso atrás”, según ha informado la cadena de televisión qatarí Al Yazira.
Al Thani, quien es además ministro de Exteriores de Qatar, ha resaltado además que “cuando hay dos partes que quieren acordar algo, es necesario acordar de entrada la línea de partida”. “Creo que lo que estamos viendo son diferencias fundamentales entre las partes”, ha lamentado.
“Hay una parte que quiere poner fin a la guerra y luego hablar sobre los rehenes y hay otra parte que quiere a los rehenes y continuar la guerra”, ha explicado. “Mientras no haya un punto en común entre ambas cosas, no habrá resultados”, ha subrayado.
Por otra parte, Al Thani ha hecho hincapié en que la oficina del grupo islamista en la capital qatarí, Doha, seguirá abierta mientras continúe el conflicto, al tiempo que ha reiterado su respaldo a un gobierno palestino unificado en Cisjordania y la Franja de Gaza, derivado de “un consenso palestino”.
El Ejército de Israel ha incrementado durante las últimas semanas sus bombardeos contra Rafah y el 7 de mayo se hizo con el control del lado palestino del paso fronterizo, suspendiendo las operaciones humanitarias, lo que ha hecho aumentar la preocupación internacional por el ahondamiento de la crisis humanitaria en el enclave.
La operación contra el paso fronterizo fue lanzada después de que Israel rechazara una propuesta de alto el fuego previamente aceptada por Hamás y en medio de las advertencias de Estados Unidos sobre una suspensión parcial de la entrega de armas si acomete una ofensiva a gran escala contra la ciudad, de la que ya han huido cerca de 450.000 palestinos, según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA).