Cada detalle de los eventos que se sucederán en los próximos días, luego de la muerte de la Reina Isabel ha sido planeado con años de anticipación. Si bien algo de ello se conoce desde que salieron a la luz partes de la Operación Puente de Londres, aún no sabe con exactitud los horarios.
El Rey Carlos III y la Reina consorte, Camila, regresaron hoy a Londres desde Balmoral. Antes de su llegada a la capital, habrá una salva de armas a las 13:00 horas, indicó el diario The Telegraph.
Se espera que tenga su primera audiencia con la primera ministra Liz Truss en el Palacio de Buckingham lo antes posible, posiblemente por la tarde. También el monarca se reunirá con el Conde Mariscal - cargo que ocupa el 18º Duque de Norfolk - que se encarga de los preparativos del funeral, y firmará los planes.
Hacia las 18.00 horas pronunciará un discurso televisado grabado. Aunque la proclamación que lo declara Rey no se hará sino hasta mañana sábado y la Coronación no tendrá lugar hasta dentro de unos meses. En todo caso, Carlos ya es Rey y eso ocurrió en el momento en que su madre murió.
Las campanas sonarán en la Abadía de Westminster, la Catedral de San Pablo y el Castillo de Windsor, y se dispararán salvas de armas, una ronda por cada año de vida de la Reina, en Hyde Park y en otras estaciones. Se toca las campanas para marcar la muerte del soberano, y se escuchó por última vez para la llegada del féretro de la Reina Madre al Castillo de Windsor en 2002.
La casa real estará de “luto real” durante un mes. Las banderas estarán a media asta, los palacios cerrados al público y todos los compromisos públicos de la realeza cancelados.
Según The Times, el gobierno confirmará la duración del luto nacional, que probablemente será de 12 a 13 días hasta el día siguiente al funeral de la Reina. El Primer Ministro asistirá a un servicio de conmemoración en San Pablo, en el centro de Londres.
Las actividades del Sábado
Carlos es proclamado formalmente Rey. El consejo de Adhesión, el órgano que lo confirma como soberano, se reúne en la galería de imágenes del Palacio de St. James, que es la residencia del soberano, a las 10 de la mañana, inicialmente sin él, aunque entra en la sala una vez que se ha confirmado su investidura.
El consejo está formado por los Consejeros Privados que asesoran al monarca desde la época normanda. En la actualidad están formados por unos 670 políticos de alto nivel, incluida la primera ministra, Liz Truss. También están presentes los Lores Espirituales y Temporales, obispos de la Iglesia de Inglaterra que forman parte de la Cámara de los Lores, incluido el Arzobispo de Canterbury, junto con los homólogos seculares del reino. El alcalde de Londres, los funcionarios y comisarios de alto rango de los otros 14 reinos que tienen al monarca como jefe de Estado también forman parte del Consejo, cuyo presidente es actualmente la parlamentaria Penny Mordaunt. Todos los Privy Counsellors (Consejeros Privados del monarca) serán invitados, sin embargo, no todos podrán asistir debido a la poca antelación. En 1952, tras la muerte de Jorge VI, 191 miembros asistieron al Consejo de Adhesión de Isabel.
El presidente del Consejo anuncia la muerte del monarca y el secretario del Consejo, Richard Tilbrook, lee en voz alta el texto de la Proclamación de Acceso. Un grupo denominado “plataforma”, que incluye a los miembros presentes de la familia real, al primer ministro, al arzobispo de Canterbury y al conde mariscal -el duque de Norfolk, Edward Fitzalan-Howard, el principal miembro de la nobleza que se encarga de organizar las ceremonias de Estado- firma la proclamación.
Una vez firmada, el presidente pide silencio y el Consejo se ocupa de los asuntos pendientes, como la difusión de la proclamación y las instrucciones para el disparo de los cañones de artillería en el Hyde Park de Londres y en la Torre de Londres.
Tras la primera parte del consejo, la proclamación es leída desde la Galería de la Proclamación, un balcón situado sobre el Friary Court del Palacio de St. James, por el Rey de Armas de la orden de la Jarretera, actualmente David White, el heraldo de mayor rango en Inglaterra cuya función ceremonial conlleva un salario anual de 49 libras (US$ 56,74), fijado en la década de 1830. Lo acompañan el conde mariscal y otros representantes vestidos con la indumentaria heráldica tradicional.
La proclamación va acompañada de salvas de cañón y los heraldos se desplazan a Mansion House, en la City de Londres, donde se lee en el Royal Exchange. La proclamación se lee públicamente en las demás capitales del Reino Unido -Edimburgo, Belfast y Cardiff- y en otros lugares.
La Parte II del Consejo de Acceso la celebra el nuevo soberano, sin embargo, no siempre se produce inmediatamente después de la Parte I. Sólo asisten los Consejeros Privados y comienza con una declaración personal de Carlos relativa a la muerte de la reina.
A continuación, presta un juramento en relación a la seguridad de la Iglesia de Escocia, tal y como exige la ley de 1707 por la que Escocia se unió a Inglaterra y Gales para formar Gran Bretaña. Esto es lo que han hecho todos los soberanos en su Acceso desde 1714.
Suponiendo que Carlos opte por gobernar con su nombre, el juramento dirá: “Yo, Carlos III, por la Gracia de Dios del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y de mis otros Reinos y Territorios Rey, Defensor de la Fe, prometo y juro fielmente que mantendré y preservaré inviolablemente el establecimiento de la verdadera Religión Protestante tal y como se ha establecido en las Leyes hechas en Escocia en la prosecución de la Reclamación de Derecho y particularmente por una Ley titulada ‘Una Ley para asegurar la Religión Protestante y el Gobierno de la Iglesia Presbiteriana’ y por las Leyes aprobadas en el Parlamento de ambos Reinos para la Unión de los dos Reinos, junto con el Gobierno, el Culto, la Disciplina, los Derechos y los Privilegios de la Iglesia de Escocia. Con la ayuda de Dios”.
El nuevo monarca firma entonces dos copias del juramento.
A las 11 de la mañana, tres trompetas de los Life Guards saldrán para anunciar con una fanfarria la proclamación, que será leída desde el balcón de Friary Court, en el Palacio de St. James, por el rey de armas de la liga, el heraldo más antiguo del reino, acompañado por el conde mariscal.
Mientras se lee la proclamación, la Tropa del Rey de la Artillería Real de Caballería dispara una salva de 41 cañonazos en Hyde Park.
A mediodía, hay otra proclamación en la ciudad de Londres y una salva de 62 cañonazos de la Honorable Compañía de Artillería en la Torre de Londres.
A continuación, el Rey se reunirá con los altos comisionados del reino. Durante el resto del día mantendrá otras reuniones con el primer ministro y el gabinete, el arzobispo de Canterbury y el deán de Westminster.
Las banderas de la Unión vuelven a estar a toda asta a la 1 p. m. y permanecen allí durante 24 horas para coincidir con las proclamas antes de volver a estar a media asta.
Mientras tanto, los libros públicos de condolencias se pueden colocar en el Palacio de St. James, la Galería de la Reina, Windsor, Holyrood House, Balmoral y Sandringham.
Se limpiará el hall Westminster y se cubrirá su suelo con una alfombra de 1.500 metros, dice The Times. Se prepararán las rutas procesionales entre el Palacio de Buckingham, Westminster y la abadía. Los portadores de féretros practicarán el transporte de un ataúd forrado de plomo. El ataúd real, cubierto con el estandarte real de Escocia, permanecerá en el castillo de Balmoral para que el personal pueda presentar sus respetos.
El féretro abandona Balmoral
Se espera que el ataúd de la Reina sea llevado por carretera al Palacio de Holyroodhouse en Edimburgo, donde descasará en el salón del trono.
Las proclamaciones se leerán en los parlamentos descentralizados de Escocia, Gales e Irlanda del Norte en Edimburgo, Cardiff y Belfast.
Se espera que el Rey, que sucede a su madre al frente de la Commonwealth, tenga una audiencia con su secretario general. También hay una recepción para los altos comisionados de los reinos de la Commonwealth, aquellos países fuera del Reino Unido de los que el Rey es jefe de Estado
De Hoolyrood a St. Giles
El lunes, se espera una procesión a lo largo de la calle de Edimburgo conocida como Royal Mile (Milla Real, que se extiende desde el Castillo de la ciudad hasta el Palacio de Hoolyroodhouse y que mide una milla escocesa, 1,81 kilómetros aproximadamente, más larga que la milla inglesa y una medida que no se usa desde el siglo 18) hasta la Catedral de St Giles. Habrá un oficio y la Vigilia de los Príncipes a cargo de miembros de la familia Real.
Se espera que el público pueda tener la oportunidad de pasar frente al ataúd de la Reina en un mini funeral en St. Giles.
Se espera que la Cámara de los Comunes y la Cámara de los Lores se reúnan en Westminster para una moción de condolencia, a la que podría asistir el Rey.
Así, su primer viaje importante fuera de Londres sería a Escocia. Su llegada a Edimburgo, al Palacio de Holyroodhouse, está marcada por la ceremonia de las llaves, en la que el lord preboste de Edimburgo entrega al soberano las llaves de la ciudad.
Lord preboste es un antiguo cargo que data del siglo XIII: su titular es elegido cada cuatro años entre los miembros del consejo de la ciudad. A continuación, el Rey se uniría a la procesión del féretro hasta la catedral de St. Giles, donde se celebra un servicio para marcar la llegada del féretro y el comienzo del descanso público. Es probable que los actos del día incluyan también una audiencia con la ministra principal, Nicola Sturgeon.
Su visita a Irlanda del Norte podría tener un estilo diferente. En el castillo de Hillsborough se reuniría normalmente con ministro principal, pero al no existir un gobierno descentralizado esos puestos están vacantes. También es posible que se celebre un servicio religioso en la catedral de Santa Ana, en Belfast.
El martes el féretro será trasladado por avión a Londres, donde probablemente descansará en el Salón del Trono. Se ensayará la procesión desde el Palacio de Buckingham hasta el Palacio de Westminster.
Las actividades del miércoles
Se espera que el funeral de la Reina comience en Westminster Hall, cuyo nombre en código es Operation Marquee. Seguirá a una procesión ceremonial por Londres y durará cuatro días completos.
El féretro es llevado en un carro de combate por la King’s Troop Royal Horse Artillery hasta Westminster Hall, pasando por The Mall, Horse Guards y Whitehall. El Big Ben sonará y se espera que los miembros de la familia real sigan el féretro.
El arzobispo de Canterbury realizará un breve servicio después de la llegada del ataúd.
Se espera que cientos de miles de personas pasen frente al ataúd en su catafalco y presenten sus respetos.
También se espera que los miembros mayores de la realeza paguen sus propios tributos, montando guardia en algún momento alrededor del ataúd.
Aproximadamente una semana después del fallecimiento de la Reina, dice The Times, el Rey viajará a Cardiff, donde se celebra un servicio religioso en la catedral de Llandaff. Allí, recibirá un mensaje de condolencia en el Senedd, el edificio de la asamblea nacional, y en el Castillo de Cardiff. Hacia esa hora, en Westminster Hall podría celebrarse una vigilia nocturna alrededor del féretro por parte de los hijos de la Reina.
In the days before the funeral the King will have meetings, including with senior defence staff, the commissioner of the Metropolitan Police, the governors-general and the realm prime ministers. In the evening, there is a reception for foreign royal families at Buckingham Palace. He is also expected to have another audience with the prime minister. In the evening before the funeral there is likely to be a reception for heads of state, governors-general, realm prime ministers and other visiting official guests.
El funeral
Se espera que el funeral de estado de la Reina tenga lugar en la Abadía de Westminster.
Los planes originales involucraban que el ataúd de la Reina fuera llevado en un carro de armas tirado por marineros navales utilizando cuerdas en lugar de caballos, dice The Telegraph.
Se espera que los miembros mayores de la familia los sigan, tal como lo hicieron en el funeral de Diana, la princesa de Gales y el duque de Edimburgo.
Los militares se alinearán en las calles y también se unirán a la procesión.
Los jefes de estado, primeros ministros y presidentes, la realeza europea y figuras clave de la vida pública serán invitados a reunirse en la Abadía, que puede albergar una congregación de 2000 personas.
El servicio se estima que comience a las 11 de la mañana y será televisado y se espera que se guarde un silencio nacional de dos minutos.
El ataúd de la Reina será llevado a la Capilla de San Jorge en el Castillo de Windsor para un servicio de sepelio televisado.
Más tarde en la noche, habrá un servicio de entierro privado con miembros de alto rango de la familia real.
El lugar de descanso final de la reina será la capilla conmemorativa del rey Jorge VI, un anexo a la capilla principal, donde fueron enterrados su madre y su padre, junto con las cenizas de su hermana, la princesa Margarita.
El ataúd del Duque de Edimburgo se trasladará desde la Bóveda Real a la capilla conmemorativa para unirse al de la Reina.
Durante el servicio de entierro privado es probable que Carlos esparza tierra sobre el ataúd, como hizo la Reina en el funeral de su padre.