Pablo Touzon, politólogo argentino y director de la consultora Escenarios

“Boric es, por lo menos para la mirada de Milei, como una especie de Axel Kicillof trasandino”

¿Es posible hablar de una fijación por parte del presidente de Argentina, Javier Milei, con su par chileno, Gabriel Boric?

Yo no sé si hay una fijación. Si bien obviamente Boric es, por lo menos para la mirada de Milei, como una especie de Axel Kicillof trasandino (el gobernador de la provincia de Buenos Aires, y una de las cartas que suena para tomar la posta en el kirchnerismo). Así que en gracia, no le va a caer, es más o menos ideológicamente lo contrario, y Milei define mucho sus políticas en función de fronteras ideológicas en vez de razones de Estado. Se vio en el caso de España. Es una reacción súper estratégica, y se está viendo en el caso de Boric también. Me parece que el antagonismo es más por lo ideológico que por otra cosa.

Pareciera que el fuerte impasse entre Milei y Boric no es tan relevante, o al menos no ha tenido el nivel de repercusión que ha tenido en Chile. ¿Es algo que efectivamente no esté en el radar de interés ya sea de la prensa o de los políticos argentinos?

Yo te diría que Milei se pelea casi todos los días con gente: mandatarios, casta y demás, entonces hay una parte donde, no es que no haya interés, sino que ya se asumió que es parte de la religión, ¿no? Como que todos los días trae una pelea nueva, un conflicto en Twitter y cosas así. Por lo tanto, entre los resultados que él ha obtenido este año, que han sido en términos de baja de la inflación, incluso se supo el jueves, baja de la pobreza y consolidar finalmente el sacar las leyes del Parlamento, Milei cierre un año bueno, sin conflicto social en las calles y demás, entonces es como que la cosa pasa un poco de costado, me parece que este actuar se le toma como parte de su idiosincrasia.

El ministro de Economía de Argentina, Luis Caputo, habla con los medios mientras abandona el Palacio Presidencial de la Casa Rosada un día después de la toma de posesión del presidente de Argentina, Javier Milei, en Buenos Aires, el 11 de diciembre de 2023. Foto: REUTERS.

Julio Burdman, analista político argentino y académico de la Universidad de Buenos Aires

“Boric no es una figura de controversia en Argentina”

Pareciera que son recurrentes las críticas de Javier Milei a Gabriel Boric. ¿Es un intento por lograr una mejora en la imagen interna por parte del mandatario argentino?

No creo que las críticas o comentarios que pueda hacer Milei sobre Boric tengan objetivos de política interna en Argentina, porque Boric no es una figura de controversia en Argentina. Te diría que no tiene ni demasiados admiradores ni demasiados detractores. Es una figura que no es tan mencionada aquí, como puede ser Lula, Evo Morales u otras figuras que generan más controversia en la Argentina, tanto a favor como en contra. Boric está en un lugar distinto, porque no está asociado ni al kirchnerismo ni a la derecha en Argentina, obviamente. Por lo tanto, es como que no tiene alineamientos internacionales. Boric es un fenómeno muy de Chile. Digamos que en Argentina este tipo de cuestiones, de intervenciones presidenciales contra figuras internacionales tienen sentido interno en la medida que esas figuras estén alineadas con algunos de los sectores internos de la Argentina, como puede ser Luis Lacalle Pou, de Uruguay, que está vinculada tal vez al macrismo en Argentina, o bueno, Lula, que es una figura de referencia del kirchnerismo. Pero como Boric no está en ninguno de los dos juegos, no da rédito en Argentina ni pelearse ni acercarse a al mandatario chileno. Es como una figura muy de Chile.

A diferencia de Chile, pareciera que en Argentina no fue tan mediático el impasse. ¿Qué tan importante es para las intenciones de Milei este pleito? ¿Es de interés para la prensa o el arco político argentino?

Yo sí creo posible que Javier Milei quiera hacer política en Chile. Es alguien que hace política internacional, es una figura que está adquiriendo notoriedad fuera de la Argentina, estuvo recientemente en Italia, donde él tiene también una relación de alianza político-ideológica con la primera ministra Giorgia Meloni, y tuvo enormes repercusiones en los medios, y ya se convirtió en una figura conocida en Italia. En España protagonizó una gran pelea con Pedro Sánchez y también se convirtió en alguien con mucha notoriedad. Ahora bueno, en España, Milei también hizo todo ese desembarco porque allí tiene una agenda política, él apoya al partido Vox. Y yo creo que en Chile Milei también va a tener una agenda política, porque él apoya a Axel Kaiser. También tenía una vinculación con el Partido Republicano y con José Antonio Kast, pero creo que en los últimos tiempos, su amigo en Chile es Axel Kaiser, por lo tanto, creo que Milei tiene un compromiso con sectores de la derecha chilena, con los que va a confraternizar políticamente, y yo ubicaría por ahí la nueva actitud más confrontativa de Milei con el presidente Gabriel Boric. Creo que Milei está, entre comillas, ayudando a sus amigos en Chile.

Javier Milei respaldó los dichos de su ministro de Economía en contra del Presidente Gabriel Boric.

María Lourdes Puente, directora de la Escuela de Política y Gobierno de la Universidad Católica Argentina

“Milei utiliza cualquier chance para alimentar lo que él considera su propia épica anticomunista”

Ya son varios los cruces verbales o escritos enviados por Milei a Boric. ¿Se puede hablar ya de una fijación con el mandatario chileno?

Creo que no. El presidente Boric incluso fue a la asunción del presidente Milei. En esta ocasión, Milei vio la oportunidad, y él utiliza cualquier chance para alimentar su discurso y lo que él considera su propia épica anticomunista, además de esa pretensión que ha expresado de un liderazgo global. Boric, hasta cierto punto, representa un gobierno de lo que Milei llama “comunista”. En esta mirada del presidente argentino, el comunismo es justamente el enemigo. El último episodio se dio con Chile por la casualidad del comentario tan poco feliz del ministro de Economía, Luis Caputo, pero no hay algo político específico, me parece. Al revés, con Chile tenemos muchos intereses comunes. Eso sí, dicen que hubo un evento en el G20 que generó la incomodidad suficiente como para que después, en la celebración del aniversario del Tratado de Paz y Amistad, retiraran al canciller nuestro, Gerardo Werthein, lo que provocó que no estuviera presente en el Vaticano, y a lo que aludió fue a que se había dado alguna diferencia con el gobierno chileno, así que probablemente hay algo ahí medio personal que viene heredado del G20. Eso quedó flotando, y ahora sirve de excusa para esto, pero las relaciones entre Argentina y Chile están muy por encima de la posición personal del presidente. En eso, me parece que el presidente de Chile estuvo bastante bien, bastante razonable, tratando de no escalar algo que fue tan ofensivo como las declaraciones del ministro de Economía y el comentario en la red social X del presidente Milei.

Al revisar los principales medios argentinos, casi no se apreció una cobertura del pleito entre ambos mandatarios. ¿Es algo normal que no se de tanta relevancia a este tipo de hechos diplomáticos?

Respecto a la prensa argentina, esto es bastante tradicional. Chile, en general, le da mucha importancia en prensa y en la agenda pública al vínculo con Argentina y a los conflictos, y se notó esta vez. En general, tiene mucha presencia pública cualquier tema con la Argentina, y Argentina está con la mirada y con la problemática en otras cosas, y no le pone tanto acento, pero no solamente a la relación con Chile, sino a la política exterior. Generalmente, no es parte de la agenda pública la discusión y la política exterior. En cambio, en Chile es más importante.