Conmoción ha causado esta jornada la muerte del candidato a la presidencia de Ecuador, Fernando Villavicencio, quien fue asesinado a tiros por un grupo de sicarios durante una manifestación política, en Quito, de cara a las elecciones del próximo 20 de agosto.
El ataque a Villavicencio -antiguo sindicalista y abanderado por el Movimiento Construye-, se registró en un colegio ubicado en el norte de la capital ecuatoriana, donde se encontraba realizando un mitín de la organización política que lo respalda.
Tras el hecho, en varios medios de ese país y de la región comenzaron a circular teorías de quién podría estar detrás del ataque. Y casi de forma instantánea surgió el nombre de “alias Fito”, el líder de una organización narcotraficante que, según había señalado la propia víctima fatal, había proferido en diversas oportunidades amenazas de muerte en su contra.
En este sentido, se destaca que en reiteradas ocasiones Villavicencio nombró a “alias Fito” para referirse a amenazas de muerte que este había vertido en su contra, motivadas por su retórica contra el narcotráfico.
Alias Fito es el líder de la agrupación criminal Los Choneros, la más grande de Ecuador, y tomó su mando luego de que el 28 de diciembre de 2020 asesinaran a quien fuera su capo durante 13 años: Jorge Luis Zambrano González, alias JL o Rasquiña.
Actualmente, el líder de Los Choneros se encuentra privado de libertad en una cárcel ubicada en el noroeste de Guayaquil.
La inseguridad y la lucha contra estos grupos fueron dos de los puntos en los que Villavicencio más había incidido durante su campaña, con propuestas que recordaban a algunas de las políticas impuestas por Nayib Bukele en El Salvador, como la construcción de nuevas cárceles o la militarización de la seguridad ciudadana, consingó Europa Press.
“Ecuador es un narcoestado”, llegó a decir el que fuera sindicalista y posteriormente periodista, una profesión con la que logró notoriedad al acusar de corrupción al expresidente Rafael Correa y a su gobierno.