Mañana miércoles el fundador del sitio WikiLeaks, Julian Assange, se declarará culpable de violar la ley estadounidense de espionaje, en un acuerdo que pondrá fin a su encarcelamiento en Reino Unido y le permitirá regresar a su país, Australia.

Con esto, Assange estaría finalmente poniendo fin a una pelea legal que ha tenido 14 años de duración y que lo ha llevado a refugiarse en la embajada de Ecuador por años para terminar en la cárcel de máxima seguridad de Londres al mismo tiempo que resistía a ser extraditado a Estados Unidos para enfretnar 18 cargos penales.

Assange, de 52 años, ha aceptado declararse culpable de un único cargo penal de conspiración para obtener y divulgar documentos clasificados de defensa nacional de Estados Unidos, según los documentos presentados ante el Tribunal de Distrito de Estados Unidos para las Islas Marianas del Norte.

Considerado un villano por Estados Unidos por poner en peligro fuentes clasificadas de la Administración, Assange también ha sido aclamado como un héroe por los defensores de la libertad de prensa por denunciar irregularidades y presuntos crímenes de guerra.

Foto: REUTERS.

Wikileaks y filtración de documentos

Wikileaks fue creado en el 2006 por Assange, sin embargo no existieron problemas legales hasta el 2010, cuando publicó en el sitio cientos de miles de documentos militares clasificados de Estados Unidos sobre las guerras de Washington en Afganistán e Irak -las mayores brechas de seguridad de este tipo en la historia militar de Estados Unidos-, junto con franjas de cables diplomáticos.

Assange fue acusado durante el gobierno de Donald Trump por la publicación masiva de documentos secretos estadounidenses por parte de WikiLeaks, que fueron filtrados por Chelsea Manning, una exanalista de inteligencia militar estadounidense que también fue procesada en virtud de la Ley de Espionaje.

Los más de 700.000 documentos incluían cables diplomáticos y relatos del campo de batalla, como un vídeo de 2007 de un helicóptero Apache estadounidense disparando contra presuntos insurgentes en Irak, matando a una docena de personas, entre ellas dos miembros del personal de noticias de Reuters. Ese vídeo se hizo público en 2010.

REUTERS/Henry Nicholls

Los cargos contra Assange provocaron la indignación de sus numerosos partidarios en todo el mundo, que desde hace tiempo sostienen que Assange, como editor de Wikileaks, no debería enfrentarse a los cargos que se suelen utilizar contra los empleados de la Administración federal que roban o filtran información.

Muchos defensores de la libertad de prensa han argumentado que acusar penalmente a Assange representa una amenaza para la libertad de expresión.

“Aunque acogemos con satisfacción el fin de su detención, la persecución de Assange por parte de Estados Unidos ha sentado un precedente jurídico perjudicial al abrir el camino para que los periodistas sean juzgados en virtud de la Ley de Espionaje si reciben material clasificado de informantes”, dijo Jodie Ginsberg, directora ejecutiva del Comité para la Protección de los Periodistas.

Detenciones, siete años en una embajada y extradición

Assange fue detenido por primera vez en Reino Unido en 2010 por una orden de detención europea después de que las autoridades suecas dijeran que querían interrogarle por acusaciones de delitos sexuales que posteriormente fueron retiradas. Huyó a la embajada de Ecuador, donde permaneció siete años, para evitar su extradición a Suecia.

Tras esto, fue sacado a rastras de la embajada en 2019 y encarcelado por saltarse la fianza. Desde entonces está en la cárcel de máxima seguridad londinense de Belmarsh, donde por casi cinco años luchó contra su extradición a Estados Unidos.

Esos cinco años de reclusión son similares a la condena impuesta a Reality Winner, veterana de las Fuerzas Aéreas y antigua contratista de inteligencia, condenada a 63 meses tras sustraer material clasificado y enviarlo por correo a un medio de comunicación.

Chelsea Manning fue condenada a 35 años, pero el presidente Barack Obama redujo la pena a siete años, alegando que su condena era desproporcionada en comparación con las recibidas por otros filtradores.

Durante su estancia en Belmarsh, Assange se casó con su compañera Stella, con la que tuvo dos hijos.