“Tengo el gran honor de anunciar que he elegido a Kamala Harris -una luchadora intrépida por el pequeño y una de las mejores servidoras públicas- como mi compañera de fórmula”, anunció a través de Twitter el candidato presidencial demócrata, Joe Biden.

“Kamala Harris está emergiendo como la favorita para ser la compañera de fórmula de Joe Biden por una razón por encima de todas las demás: es la única posibilidad afroamericana que tiene la experiencia política típica de los vicepresidentes”, señalaba el diario The New York Times hace unas semanas, mientras que la agencia Bloomberg destacaba que Biden enfrentaba “una presión cada vez mayor para elegir una mujer negra en medio de un debate nacional sobre la raza”.

En medio de las protestas por el racismo y la brutalidad policial en Estados Unidos tras la muerte del afroamericano George Floyd, la senadora demócrata Kamala Harris encontró un poderoso impulso, que finalmente logró convertirla en la compañera de fórmula del candidato demócrata Joe Biden, de cara a las elecciones del 3 de noviembre.

Biden, vicepresidente de Barack Obama entre 2009-2017, dijo en marzo que le gustaría tener a una mujer como compañera de fórmula en la carrera contra el republicano Donald Trump, que se jugará la reelección. El abanderado demócrata, de 77 años, también había dicho en reiteradas ocasiones que estaba considerando a candidatos afrodescendientes.

Biden goza de popularidad entre los electores negros, quienes fueron un gran aporte a su victoria en las primarias del Partido Demócrata, por lo que sabe que movilizar a ese sector del electorado es clave para llegar a la Casa Blanca. En ese sentido, Harris corría con ventaja, y por eso su nombre sonaba hace algunas semanas para la vicepresidencia.

“Ella entiende el momento”, dijo Marc Lasry, presidente de Avenue Capital Group y miembro del comité nacional de finanzas de Biden. “Quieren a alguien que mueva a la gente y ella parece ser esa persona”, dijo Lasry, citado por Reuters.

Harris, de 55 años, se enfrentó al exvicepresidente en la carrera por la nominación demócrata, y desde el comienzo fue una de las favoritas debido a su sólida formación y experiencia. Hija de inmigrantes indios y jamaiquinos, fue la primera mujer negra en ser elegida fiscal general de California y la segunda en llegar al Senado, en 2017. Algunos incluso la consideran la “versión femenina” de Obama.

Pese a que Harris -que representa a la nueva generación de dirigentes del Partido Demócrata- se enfrentó duramente a Biden durante uno de los debates internos sobre sus antiguas posiciones sobre la segregación racial, ambos se reconciliaron públicamente. De hecho, varios expertos señalan que el apoyo de la senadora fue clave en la victoria de Biden en Michigan. Además, ha dedicado los últimos meses a recaudar fondos para el candidato demócrata, ganando el apoyo de donantes importantes.

Quien es actualmente la única mujer negra en el Senado estadounidense ha marchado en las calles y ha patrocinado una nueva reforma policial en el Congreso, además de ser una fuerte defensora del cambio social y dura crítica de Trump. Por ejemplo, Harris se lanzó contra el mandatario republicano tras el cierre parcial del gobierno causado por la disputa en el Congreso sobre el financiamiento para la construcción del muro en la frontera con México. “Trump está manteniendo al pueblo estadounidense como rehén por un proyecto de vanidad al que le dice muro”, dijo en esa oportunidad, calificándolo de “completamente irresponsable”.

Harris creció en en Oakland y Berkeley, California, y conocía el Movimiento de los Derechos Civiles desde pequeña. La lucha contra la injusticia -a la que ha dedicado su vida- es una pasión que heredó de sus padres. Su madre, Shymala Gopalan, hija de un diplomático de Chennai, se graduó de la Universidad de Delhi a los 19 años y, para evitar un matrimonio arreglado, se trasladó a Berkeley para estudiar nutrición y endocrinología. Allí conoció a Donald Harris, proveniente de Jamaica, que cursaba un doctorado en economía.

El movimiento estudiantil por los derechos civiles les dio a los dos jóvenes inmigrantes una causa común. “Ambos se identificaron como personas de color y personas oprimidas por un mundo dominado por hombres blancos”, dijo a The Atlantic Meena Harris, sobrina de Kamala.

Tras obtener su licenciatura de la Universidad de Howard y una licenciatura en Leyes de la Universidad de California, la actual senadora se convirtió en fiscal de distrito de la ciudad de San Francisco. Entre sus logros en el cargo destaca el programa que inició para brindar a las personas condenadas por delitos relacionados con drogas la posibilidad de obtener un diploma de escuela secundaria y poder encontrar empleo.

Su estilo como interrogadora durante las audiencias en el Senado daban cuenta de su pasado como fiscal. “Usted tiene una memoria impecable. Ha hablado por casi ocho horas frente a este comité. ¿Cómo es que no puede recordar si tuvo una conversación con Mueller?”, preguntó la senadora al juez Brett Kavanaugh, refiriéndose a conversaciones con el fiscal especial Robert Mueller en el marco del caso del “Rusiagate”.

Harris también se enorgullece de haber enfrentado desde su cargo de fiscal a grandes bancos de Wall Street durante la crisis financiera de 2008, para evitar que las familias endeudadas perdieran su vivienda a causa de las hipotecas de esa época. Además, se define como una defensora de las familias de clase media y ha denunciado la brutalidad policial y la muerte de hombres afroamericanos desarmados a manos de las fuerzas de seguridad.

“Mi madre vino a Estados Unidos cuando tenía 19 años y vino sola, no te puedo decir la cantidad de veces que de niña y de joven veía cómo maltrataban a mi madre, las suposiciones que las personas hacían sobre su inteligencia, de su estatus, porque era una mujer bajita, de tez oscura, con un acento fuerte”, señaló Harris en entrevista con la cadena Telemundo hace dos meses. En esa oportunidad, también le preguntaron sobre la posibilidad de competir por la vicepresidencia junto a Biden, a lo que contestó que le “honraría ser parte de esto, pero quiero que gane, él tiene que ganar, quiero que él tome las decisiones que sean correctas para asegurarnos de que él gane”. Al parecer, la fórmula ganadora para el vicepresidente incluye a la senadora demócrata.

Aunque la decisión correspondía a Biden y no se comentaba en otros círculos, el de Harris era el primer nombre mencionado por los demócratas tanto dentro como fuera de la órbita de la campaña de Biden. De hecho, ella encabezó una encuesta reciente en varios estados que preguntaba a los encuestados cuál era su compañero de fórmula favorito para Biden, y también era la favorita en los sitios de apuestas online, pese a que su propia campaña presidencial nunca logró despegar.

Condoleezza Rice (arriba a la izquierda), Kamala Harris (arriba a la derecha), Elizabeth Warren (abajo a la izquierda) y Keisha Lance (abajo a la derecha), eran algunas de las posibles compañeras de fórmula de Joe Biden.

Quizás lo más importante de Harris es que muchos demócratas creen que tiene más credibilidad política y de gobierno que cualquier otra elección potencial, salvo quizás Elizabeth Warren. “Ella conoce el sistema desde adentro y sabe que tenemos que hacer todo este cambio cultural en la vigilancia policial en este país”, dijo la representante de California, Barbara Lee, respaldando a Harris. “Ella está muy bien calificada, debido a su experiencia, para comprender cómo tenemos que desmantelar muchos de esos sistemas”.

Entre las mujeres negras que tenían más probabilidades de ser elegidas por Biden, Harris es la única que ha ganado un cargo a nivel estatal y la única que ha liderado una campaña presidencial a nivel nacional. “Me sentiría honrada, si me lo pidieran, y estoy honrada de ser parte de esta conversación”, dijo Harris en junio al presentador Stephen Colbert en CBS. “Honestamente, déjame decirte algo: haré todo lo que esté en mi poder, donde sea que esté, para ayudar a Joe Biden a ganar”, agregó la senadora.